La cifra, publicada en la página de internet del organismo, se suma a la de 6.617 autocultivadores que plantan en sus hogares y 51 clubes de membresía cannábicos autorizados por el Estado, con hasta 40 socios cada uno, en un país de 3,4 millones de habitantes.
El registro ante el organismo estatal, que comenzó el martes, es el último paso en la implementación de una ley que regula el mercado de la marihuana con fines recreativos en Uruguay, aprobada en 2013.
De este modo, el país sudamericano se convierte en el primero en el mundo en el que el Estado fiscaliza la producción y venta de marihuana por parte de privados, bajo su tutela.
Uruguay aprobó una ley de Regulación del Cannabis que habilita tres mecanismos para acceder legalmente a la droga: el autocultivo en hogares, el cultivo cooperativo en clubes y la venta de marihuana producida por privados controlados por el Estado a través de farmacias.
Los consumidores deben optar por un mecanismo a su elección y no pueden inscribirse en más de una alternativa, aunque sí pueden cambiar de una a otra.
El precio de venta de la marihuana en farmacias será de 1,30 dólares por gramo, según anunció el gobierno, y cada consumidor tendrá derecho a comprar hasta 10 gramos por semana para uso recreativo.
El gobierno espera que en 60 días la marihuana producida por dos empresas privadas en terrenos públicos con seguridad perimetral estatal esté disponible para comercialización, en un inédito mecanismo que según las autoridades apunta a combatir el tráfico ilícito.
Asimismo, el Ejecutivo asegura que se tomaron las precauciones del caso en la reglamentación de la normativa para evitar el llamado "turismo cannábico", de extranjeros que vienen al país en busca de la droga de forma legal.
En Uruguay sigue siendo un ilícito la comercialización de marihuana por fuera de los carriles establecidos en la ley.