Merkel y Macron acuerdan propuestas comunes para reformar la UE

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Berlín. - En un momento en el que Europa parece estar más dividida y debilitada que nunca, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, acordaron hoy una serie de propuestas comunes para reformar la Unión Europea (UE), incluido un presupuesto para la eurozona a partir del 2021.

En la reunión celebrada en el Palacio de Meseberg, a 60 kilómetros al norte de Berlín, los dos mandatarios lograron finalmente avanzar sobre cuatro proyectos fundamentales de la UE: la reforma de la Unión Económica y Monetaria, el refuerzo de la política exterior y de defensa, la política común de asilo y una mayor cooperación en materia de investigación, por ejemplo en el ámbito de la inteligencia artificial.
Como uno de los puntos centrales se alzó la reforma de la eurozona, muy debilitada por crisis como la de Grecia, y para la que los dos mandatarios acordaron una serie de medidas comunes con el objetivo de lograr estabilidad en la zona.
"El presupuesto para la zona euro servirá para ayudar en las inversiones de la UE", indicó la mandataria alemana tras el encuentro en la casa de huéspedes del Gobierno Federal, al mismo tiempo que llamó a que las políticas económicas se armonicen, algo "importante" para la Unión Monetaria y Económica.
Este presupuesto formaría parte de una ofensiva millonaria para emprender inversiones en Europa promovida por los Gobiernos de los dos países con el objetivo de lograr una mayor "convergencia". "Sabemos que tenemos aún mucho por hacer en este ámbito", reconoció Merkel.
Asimismo, de manera paralela, se llevará a cabo el desarrollo del fondo de rescate conocido como Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) hacia un fondo europeo a imagen del Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr una mayor estabilidad y hacer frente a posibles problemas de liquidez.
"Se espera que el nuevo presupuesto entre en vigor en 2021", explicó por su parte Macron sobre algo que aún debe ser aprobado a nivel de la UE. "Se trata de ayudar a los países que tienen problemas y reducir las diferencias entre las economías de la zona euro para estabilizarla", afirmó. "Estamos entrando en una segunda etapa en la vida de nuestra moneda común", agregó.
Otro de los puntos centrales del encuentro fue el tema de los refugiados en un momento de grandes tensiones internas entre los diferentes miembros de la UE sobre el reparto de los inmigrantes, un tema que a nivel interno ha llegado a poner entre la espada y la pared a Merkel por la amenaza de su ministro de Interior, Horst Seehofer, de frenar unilateralmente la entrada de refugiados registrados previamente en otros países de la UE si Europa no hace algo al respecto.
Los dos líderes europeos insistieron en que se trata de un desafío europeo y en la importancia de trabajar también en las zonas en conflicto para lograr la paz, aunque dejaron claro que los inmigrantes deben presentar la solicitud de asilo en el primer país donde son registrados para evitar lo que denominaron como una "migración secundaria" de un país europeo a otro.
"Entendemos que estamos ante un desafío común", declaró Merkel. "Nuestro objetivo sigue siendo dar una respuesta europea a este desafío. Queremos evitar que Europa se siga dividiendo", afirmó al mismo tiempo que reconoció que lograr una política de asilo europea común es "complicado".
"Se necesita en esta cuestión una mejor protección de las fronteras exteriores de la UE y más unidad", declaró por su parte Macron. "Creemos en una respuesta europea a estos desafíos ante los que nos ha puesto la migración", comentó y recordó que es un tema que afecta a los 28 países miembros de la UE.
Se necesita un "sistema eficiente de solidaridad y responsabilidad" en el que se registre a los refugiados a su llegada a suelo europeo y donde se abra el proceso de asilo, recomendó. Si bien teóricamente el Estado de la UE donde se registra al inmigrante por primera vez es el competente para llevar a cabo el proceso de asilo, en la práctica el conocido como la Convención de Dublín no funciona habitualmente, señaló.
En este punto, Macron apostó por hablar con los países de origen de estos inmigrantes y con los países de tránsito, especialmente con Libia, para combatir a los traficantes de humanos. "El riesgo humanitario comienza exactamente cuando se abandona la costa libia", declaró y apoyó la propuesta de la Comisión de la UE de aumentar los efectivos de la agencia europea de fronteras Frontex hasta las 10.000 personas.
"Muchos de los que llegan son migrantes económicos y queremos ser pragmáticos", explicó. "Debemos ser pragmáticos y prácticos, pero también humanos y eficientes. Se debe ver la problemática en su conjunto. Trabajar de forma conjunta con los países de origen y de tránsito".
En el resto de ámbitos, quieren reducir, por ejemplo, las diferencias en los sistemas de armas para facilitar la instrucción de soldados o crear un impuesto digital para que grandes empresas como Google o Facebook contribuyan mucho más.
Estas propuestas forman parte de la "Declaración de Meseberg", que los dos mandatarios acordaron hoy y que recoge las reformas fundamentales de la UE, que quieren presentar conjuntamente en la próxima cumbre del 28 y 29 de junio, en Bruselas.
En septiembre de 2017, Macron presentó una serie de propuestas para la "refundación de una Europa soberana, unida y democrática", pero se vio obligado a esperar durante meses hasta que Merkel consiguió finalmente formar un Gobierno de coalición con los socialdemócratas a mediados de marzo después de las elecciones alemanas de septiembre.


Nuevo comentario: