"Más de 85.000 personas han confluido al Zócalo en la marcha central que encabezaba Sicilia y en otros contigentes", dijo a la AFP vía telefónica una fuente de la alcaldía.
En medio de un mar de globos blancos con nombres de las víctimas de la violencia, Sicilia ingresó por la tarde al Zócalo, constató un periodista de la AFP, para denunciar la violencia por el narcotráfico que ha dejado casi 40.000 muertos desde 2006.
Sicilia, padre de un joven que en marzo pasado fue asesinado junto con seis personas en los suburbios de Cuernavaca, inició la marcha el pasado jueves desde esa ciudad junto con unas 500 personas, que lo acompañaron a lo largo de 90 km hacia Ciudad de México.
En la recta final de la "Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad" decenas de miles de personas se unieron este domingo en el trayecto iniciado en el campus de la Universidad Nacional y que siguió por una avenida de la capital.
Sicilia y otros de los que encabezaron la marcha, muchos familiares de víctimas del crimen organizado, tuvieron dificultades para ingresar a la plaza central mexicana debido a la multitud que ahí se encontraba.
El propósito de la "Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad" es reclamar en silencio un cese de la violencia de los cárteles y que el gobierno cambie su estrategia, explicó Francisco Rebolledo, un integrante del comité que apoya a Sicilia en la organización.
Los organizadores denuncian que desde 2006 cuando el gobierno de Felipe Calderón asumió el poder de México y desplegó 50.000 militares en el país para combatir la violencia por el narcotráfico, el número de víctimas ha aumentado vertiginosamente hasta alcanzar casi 40.000 muertos.
Al frente de la manifestación y enarbolando la bandera de México, marchó este domingo Julian LeBaron, líder de una comunidad mormona del estado de Chihuahua (norte), cuyo hermano fue asesinado por secuestradores. "Estoy aquí para recordarlo y para pedir que cese la impunidad", dijo.
Es la segunda protesta que convoca en el último mes Sicilia, quien anunció que el siguiente paso será la firma en junio de un pacto por la dignidad nacional en Ciudad Juárez (norte), la más azotada por la violencia.
En diálogo con la AFP previo a la manifestación, Sicilia admitió que si bien muchos mexicanos no quieren que el Ejército siga en las calles no es posible regresarlo de inmediato a sus cuarteles.
"Seguridad Nacional no sólo es sacar las tropas a las calles, son muchas cosas más. Tampoco podemos devolver al Ejército de la noche a la mañana (...). Tenemos que sentarnos a pensar la estrategia, porque la que se ha utilizado hasta ahora está equivocada y ha terminado por producir 40.000 muertos", manifestó.
El poeta, católico practicante, oró muy temprano junto a simpatizantes. En el trayecto se sumó el cura Alejandro Solalinde, un vehemente defensor de los derechos de los migrantes que llegan a México rumbo a Estados Unidos y promotor de una red de albergues para ellos.
Más manifestaciones de apoyo se han convocado el fin de semana en 38 ciudades. En Puebla (centro), cientos de personas realizaron al medio día una manifestación a la que se sumaron 80 migrantes centroamericanos, constató un corresponsal de AFP.