Miedo a los islamistas frena investigación del ataque a consulado de EEUU en Libia

AFP (Agencia France-Presse)

TRÍPOLI. - Libia investiga activamente el ataque del consulado estadounidense en Bengasi el 11 de septiembre de 2012, pero el temor de represalias de los extremistas islámicos es un obstáculo para las investigaciones, según fuentes cercanas al caso.

Miedo a los islamistas frena investigación del ataque a consulado de EEUU en Libia
Informes de los servicios de seguridad hablan de una posible implicación de un grupo islamista cercano a Al Qaeda en el ataque que costó la vida a cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador Chris Stevens, dijo a la AFP una fuente cercana al caso.
"El caso da miedo a los inspectores locales, dado el ritmo al que se han acelerado los asesinatos de militares y oficiales de la policía en el este del país", agregó esta fuente policial.
"Los inspectores tienen miedo (...) de ser secuestrados por extremistas implicados en el caso", explicó por su parte Jaled Al Marmimi, profesor de Ciencias Políticas en Bengasi.
"Las autoridades no hacen caso de las presencia de extremistas islámicos en la región. Mantienen silencio sobre el asunto y no hay diálogo alguno con ellos", agregó.
El asunto ha sido trasladado a un juez de Trípoli ya que "las investigaciones realizadas por el Tribunal de Apelaciones de Bengasi no avanzaba lo suficiente", declaró a la AFP un responsable del ministerio de Justicia, quien pidió permanecer en el anonimato.
"El juez Jaled al Turki de Trípoli fue designado (a finales de diciembre) para concluir la investigación de este caso", precisó la fuente.
Turki sustituye al juez Salem Abdelati, encargado de la investigación aunque no ha entregado las conclusiones.
Las investigaciones en Libia suelen ser realizadas por los aparatos de seguridad del Estado, antes de que la fiscalía las envíe a las autoridades judiciales.
Acelerar el procedimiento
Pero las "investigaciones de estos casos concretos son directamente realizadas por el poder judicial mediante un magistrado", dijo Taha Baraa, portavoz del fiscal general.
"Las autoridades quieren acelerar el procedimiento para evitar una injerencia estadounidense, durante el interrogatorio de los sospechosos, como en Túnez", dijo Moataz al Majbari, jefe de redacción de una cadena de televisión privada libia.
En diciembre, Abdelbasset Ben Mbarek, un tunecino sospechoso de haber participado en el ataque, se negó a ser interrogado por agentes del FBI (policía federal), según su abogado que denunció una injerencia estadounidense en la investigación.
En Libia, según otro responsable de justicia, las autoridades libias y estadounidenses colaboran. "Los inspectores estadounidenses han ido a Libia en varias ocasiones" pero no han tenido "ningún contacto con las personas interrogadas", indicó.
En un informe publicado a finales de diciembre, el Senado estadounidense estimó que el Departamento de Estado había cometido un "gran error" al rechazar cerrar su misión en Bengasi, pese al deterioro de la seguridad en el país.
De hecho, los senadores recomendaron a las agencias de información que "refuercen su vigilancia en Libia", y en particular lo que respecta a los "grupos extremistas islamistas violentos que emergen en la región y que no tienen vínculos operativos directos con Al Qaida o sus asociados".
El presidente Barack Obama reconoció que la investigación del ataque de Bengasi puso al descubierto "un enorme problema" de seguridad de la misión diplomática.
"En cuanto a los responsables de este ataque, hay una investigación en curso. El FBI envió agentes a Libia en varias ocasiones", aseguró. "Tenemos muy buenas pistas", dijo sin más precisiones.


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