"Según nuestras fuentes, los jefes locales lou y dau nuer convencieron a los jóvenes (milicianos) y la mayoría volvieron a sus casas", afirmó el portavoz, Michael Makuei. "Por tanto, a menos que ocurra otra cosa (una nueva movilización), parece que la situación se está calmando".

"Está bien porque no queremos que se pierdan más vidas", añadió.

Juba acusa desde el sábado a Riek Machar de haber movilizado hasta 25.000 jóvenes milicianos de la etnia lou nuer que, según el gobierno, son miembros de un grupo apodado "Arma blanca", dispuestos "a atacar en cualquier momento" en Jonglei (este).

El portavoz de los rebeldes, Moses Ruai Lat, no desmintió la presencia de fuerzas hostiles al gobierno en este Estado. Sin embargo, indicó que no se trata de lou nuer movilizados por Machar, sino de soldados del ejército que se volvieron contra el gobierno.

El portavoz de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (Minuss), Joseph Contreras, pidió a "las partes que influyen sobre estos grupos armados que les convenzan de detener inmediatamente su avance para evitar otro baño de sangre".

Sudán del Sur vive desde el 15 de diciembre intensos combates generados por la rivalidad entre el presidente, Salva Kiir, y Machar, que fue destituido de su cargo de vicepresidente en julio.

Kiir acusa a Machar de un intento de golpe de Estado, algo que éste niega y reprocha al presidente que intente eliminar a sus rivales.

Los rebeldes se hicieron en varios días con el control de capitales regionales como Bentiu, en el Estado petrolero de Unidad (norte), y Bor, recuperada por el ejército el martes.

El conflicto tiene también una vertiente étnica ya que la rivalidad entre Kiir y Machar se sirve de, y exacerba los diferendos étnicos entre los dinka, tribu a la que pertenece Kiir, y los nuer, la de Machar.