Las negociaciones de paz "son absolutamente inútiles, una cortina de humo para que Israel siga con la colonización", declaró a la AFP Omar Barghuti, responsable en los territorios palestino de la Campaña Internacional BDS (Boicot, Desinversión, Sanciones).
"No tenemos ninguna confianza en las pseudonegociaciones y creo poder hablar en nombre de la mayoría de los palestinos", agregó durante la conferencia anual BDS que culminó la semana pasada en Belén, Cisjordania.
Para Barghuti no cambia gran cosa que las negociaciones se desarrollen con una suspensión total de la colonización y en base a las fronteras previas a la ocupación israelí de 1967, como lo pide el presidente palestino Mahmud Abas.
Según un sondeo publicado en abril, un poco más de un tercio de palestinos (36,8%) sigue considerando que las negociaciones son el mejor camino para terminar con la ocupación y establecer un estado palestino.
Sin embargo, la opción de la "resistencia no violenta" (30,4%) que ahora supera a la de la "resistencia armada" (25,4%) gana terreno en la opinión pública palestina.
"Estamos en un universo en el que el derecho terminará por prevalecer y ustedes están del lado del derecho", declaró en un mensaje enviado a la conferencia el Premio Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu, icono del combate contra el apartheid en Sudáfrica.
Llamamiento al boicot cultural
Por su parte, el fundador del grupo de rock progresivo Pink Floyd, Roger Waters, pidió a los músicos a que no actúen en Israel, para impulsar el boicot cultural.
Su disco "The Wall" se convirtió en el himno de la lucha contra el muro de separación construido por Israel.
Israel utiliza "los espectáculos de artistas extranjeros para crear una fachada de normalidad y aceptabilidad", explicó Waters, que se felicitó de la decisión del astrofísico Stephen Hawking de rechazar una invitación a una conferencia en Israel.
Hawking declinó la invitación después de hablar "con universitarios palestinos que le pedían que respetara el boicot", indicó la universidad británica de Cambridge.
Este anuncio forma parte de los recientes "éxitos" de BDS, entre los cuales figura, según la organización, la decisión de Adidas de no patrocinar en marzo pasado el maratón de Jerusalén.
Sin embargo, los partidarios del boicot lamentan que actores muy importantes como la Unión Europea y Estados Unidos "duden" en adoptar medidas concretas.
"Cuanto más rápido actue la Unión Europea, mejor será", afirma a la AFP el diputado independiente Mustafá Barghuthi al referirse al proyecto de imponer una etiqueta diferente a los productos de las colonias israelíes para que no se beneficien de los aranceles preferenciales previstos en el acuerdo de asociación entre la UE e Israel.
Por otro lado Estados Unidos "no presiona a la parte que corresponde, tendría que presionar a Israel, si no lo hace nada cambiará", dice Barghuthi, que no obstante manifestó confianza en el futuro del boicot.
"Como lo dijo uno de los oradores, este movimiento comenzó con una gota de agua, se transformó luego en un arroyo y un gran río y terminará siendo una inundación", afirmó Barghuthi.
Para eso todavía queda mucho camino por recorrer, opina Hatem Abdel Qader, especialista de la situación de Jerusalén dentro del movimiento Al Fatah del presidente palestino Abas, que denuncia la presencia de las escuderías de Fórmula 1 Ferrari y Marussia en una actividad organizada por la municipalidad israelí el jueves y el viernes en la Ciudad Santa.
"Forma parte de las tentativas de la municipalidad israelí de hacer creer que todo transcurre bien en Jerusalén", dijo Hatem Abdel Qader a la radio oficial la Voz de Palestina.
Qader lamentó que Ferrari no haya escuchado a los numerosos palestinos que le pidieron que no participara en esa actividad.