Estonia se convertirá así en el decimoséptimo miembro de la Eurozona, después de que la decisión ministerial sea aprobada por los jefes de Estado y de gobierno de la UE en su próxima cumbre del 17 y 18 de junio en Bruselas.
El ingreso en la Eurozona, pese a las turbulencias mayores que vive en estos momentos la región como consecuencia de una crisis de deuda soberana, representa un hito para este país ubicado en el extremo noreste de la UE, bloque al que se adhirió en 2004, trece años después de separarse de la URSS.
Estonia será el primer país báltico y el tercer país ex comunista, tras Eslovaquia y Eslovenia, en ingresar en el club del euro, tras superar una serie de pruebas económicas indispensables como la buena gestión de sus finanzas públicas y el control de la inflación, las fluctuaciones de las tasas de cambio y los tipos de interés.