Morales afirmó en un acto público en el presidencial Palacio Quemado en La Paz que el Estado boliviano debe "seguir eliminando poco a poco esta violencia contra las mujeres, como los asesinatos".

El decreto reglamentario permitirá la aplicación de la denominada Ley para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, promulgada por el poder Ejecutivo en marzo del año pasado.

Uno de los elementos novedosos de esa ley es la incorporación del delito de "feminicidio", cuando el asesinato es perpetrado contra la mujer, por su condición de tal, y realizada por el esposo, exesposo, novio, exnovio, concubino o exconcubino.

Ese delito es sancionado con 30 años de cárcel sin derecho a indulto, la máxima pena de la normativa local.

El decreto reglamentario -explicó luego el Ministerio de Justicia- obligará, por ejemplo, a municipios y gobernaciones asignar un 30% de sus recursos para seguridad ciudadana para la creación de las casas de acogida para aquellas mujeres y sus familias que sufren de violencia.

Otro 10% será destinado a fortalecer la policial Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).

Morales, indígena y dirigente cocalero del Chapare de Cochabamba (centro), dijo haber escuchado muchas veces casos de violencia física y/o psicológica y lamentó que las mujeres se sometan a los abusos de los hombres por no tener independencia económica para continuar sus vidas con sus hijos.

"Yo digo ¿por qué no se separa si está sometida a agresiones psicológicas y físicas? y la hermana (compañera campesina) dice 'yo no me separo por mis hijos" y luego acotó: "No creo que sea por los hijos, no entiendo, no es que deja esa esclavitud y sometimiento, porque tiene hijos, sino entiendo que sola no tiene independencia económica".