Muchos manifestantes sufren amputaciones tras enfrentamientos en Gaza
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Gaza. - El palestino Alaa al Dali, de 21 años, soñó mucho tiempo con representar a su pueblo en carreras de ciclismo internacionales, pero nunca llegará a cumplirlo: tuvieron que amputarle la pierna derecha a la altura de la rodilla tras recibir el tiro de un soldado israelí durante enfrentamientos en la frontera de Gaza. Al igual que él, más de una decena de ciudadanos de Gaza han sufrido el mismo destino, según el Ministerio de Salud local.
Ad Dali cuenta que participó un viernes en una manifestación pacífica. "Estaba en mi bicicleta con mis amigos cuando una bala me dio en la pierna", narra el joven de ojos oscuros, que ya ha ganado varias medallas en competiciones locales.
El Ejército israelí acusa a Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, de utilizar las multitudinarias protestas que se producen desde el 30 de marzo para perpetrar ataques contra la valla fronteriza. Hamas utiliza a los civiles en la "Marcha del Retorno" como escudos humanos, afirma.
Además las protestas no son de ninguna forma pacíficas, destaca Israel. Los manifestantes atacan a los soldados con piedras y cócteles molotov y tratan continuamente de destruir la valla fronteriza y saltar a territorio israelí, sostiene.
Más de 40 palestinos han perdido la vida desde el comienzo de las protestas, entre ellos también un menor de edad, y cientos han recibido disparos. Un portavoz del Ejército israelí explica que los soldados destacados en la frontera tienen órdenes claras de no disparar hasta realizar varios avisos y solo apuntar a las piernas. Pero esto también puede tener consecuencias de por vida para los afectados.
Los trabajadores de la organización Médicos sin Fronteras (MSF) han tratado en las últimas semanas a cientos de heridos de bala en la Franja de Gaza. Hablan de pacientes con "heridas especialmente graves".
El cirujano de MSF Thierry Saucier dice que han visto en las últimas semanas heridas de salida de bala especialmente terribles. "Cuando una bala penetra en el cuerpo, la herida de salida siempre es algo más grande que la de entrada", explica. Pero las heridas de salida de los pacientes en la Franja de Gaza son "tan grandes como un puño o incluso como una mano abierta", destaca.
El Ejército israelí sostiene que no se ha utilizado ninguna nueva munición: "El Ejército israelí solo utiliza armas y munición estándar reconocidas por el derecho internacional".
Pero los pacientes requieren un tratamiento extremadamente complejo, según MSF. "La mayoría de los pacientes sufrirán daños físicos duraderos a causa de sus heridas", lamentan.
La mayoría de los hospitales en la Franja de Gaza, bloqueada desde hace más de diez años por Israel y Egipto, no cuentan con los recursos suficientes. El Tribunal Supremo israelí permitió recientemente que un palestino de 20 años viajara a Ramala para recibir tratamiento. Resultó herido de gravedad en las dos piernas al ser alcanzado por balas durante una protesta y ya había perdido una de ellas.
También se permitió trasladar a Ramala a un niño de 12 años, pero los médicos no pudieron salvarle la pierna.
Según el Ministerio de Salud, alrededor de 400 personas han sufrido heridas de bala en las piernas o los brazos desde que comenzaron las protestas en Gaza. En 19 de los casos hubo que amputar una extremidad: en cuatro de ellos un brazo o una mano y en 15 una pierna o un pie.
Sami Abu Sneima, jefe de cirugía del Hospital Europeo en el sur de la Franja de Gaza, también ha visto muchos casos en los que hubo que amputar brazos y piernas por heridas de bala. "La amputación es nuestro último recurso. En el 60 por ciento de los casos relevantes en la Franja de Gaza lo podemos evitar", dice.
El caso de Marjam, de Jan Yunis, de 16 años, tuvo un final más positivo. Recibió un tiro que le causó fracturas en una pierna y le seccionó venas. "El caso de Marjam era especialmente complicado porque las arterias eran muy pequeñas", cuenta Abu Sneima. Pero los médicos consiguieron garantizar el riego sanguíneo de la pierna herida utilizando un pedazo de una vena de la otra pierna. "Ahora se encuentra mucho mejor y está siendo tratada en el departamento de ortopedia".
El Ejército israelí acusa a Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, de utilizar las multitudinarias protestas que se producen desde el 30 de marzo para perpetrar ataques contra la valla fronteriza. Hamas utiliza a los civiles en la "Marcha del Retorno" como escudos humanos, afirma.
Además las protestas no son de ninguna forma pacíficas, destaca Israel. Los manifestantes atacan a los soldados con piedras y cócteles molotov y tratan continuamente de destruir la valla fronteriza y saltar a territorio israelí, sostiene.
Más de 40 palestinos han perdido la vida desde el comienzo de las protestas, entre ellos también un menor de edad, y cientos han recibido disparos. Un portavoz del Ejército israelí explica que los soldados destacados en la frontera tienen órdenes claras de no disparar hasta realizar varios avisos y solo apuntar a las piernas. Pero esto también puede tener consecuencias de por vida para los afectados.
Los trabajadores de la organización Médicos sin Fronteras (MSF) han tratado en las últimas semanas a cientos de heridos de bala en la Franja de Gaza. Hablan de pacientes con "heridas especialmente graves".
El cirujano de MSF Thierry Saucier dice que han visto en las últimas semanas heridas de salida de bala especialmente terribles. "Cuando una bala penetra en el cuerpo, la herida de salida siempre es algo más grande que la de entrada", explica. Pero las heridas de salida de los pacientes en la Franja de Gaza son "tan grandes como un puño o incluso como una mano abierta", destaca.
El Ejército israelí sostiene que no se ha utilizado ninguna nueva munición: "El Ejército israelí solo utiliza armas y munición estándar reconocidas por el derecho internacional".
Pero los pacientes requieren un tratamiento extremadamente complejo, según MSF. "La mayoría de los pacientes sufrirán daños físicos duraderos a causa de sus heridas", lamentan.
La mayoría de los hospitales en la Franja de Gaza, bloqueada desde hace más de diez años por Israel y Egipto, no cuentan con los recursos suficientes. El Tribunal Supremo israelí permitió recientemente que un palestino de 20 años viajara a Ramala para recibir tratamiento. Resultó herido de gravedad en las dos piernas al ser alcanzado por balas durante una protesta y ya había perdido una de ellas.
También se permitió trasladar a Ramala a un niño de 12 años, pero los médicos no pudieron salvarle la pierna.
Según el Ministerio de Salud, alrededor de 400 personas han sufrido heridas de bala en las piernas o los brazos desde que comenzaron las protestas en Gaza. En 19 de los casos hubo que amputar una extremidad: en cuatro de ellos un brazo o una mano y en 15 una pierna o un pie.
Sami Abu Sneima, jefe de cirugía del Hospital Europeo en el sur de la Franja de Gaza, también ha visto muchos casos en los que hubo que amputar brazos y piernas por heridas de bala. "La amputación es nuestro último recurso. En el 60 por ciento de los casos relevantes en la Franja de Gaza lo podemos evitar", dice.
El caso de Marjam, de Jan Yunis, de 16 años, tuvo un final más positivo. Recibió un tiro que le causó fracturas en una pierna y le seccionó venas. "El caso de Marjam era especialmente complicado porque las arterias eran muy pequeñas", cuenta Abu Sneima. Pero los médicos consiguieron garantizar el riego sanguíneo de la pierna herida utilizando un pedazo de una vena de la otra pierna. "Ahora se encuentra mucho mejor y está siendo tratada en el departamento de ortopedia".