"Con enorme pesar tengo que decirles que mi padre murió hace unos 20 minutos. Se fue muy tranquilo, se fue en paz. Murió en la raya, como él hubiera querido", dijo sin poder contener las lágrimas su hija Laura Emilia Pacheco a la prensa que aguardaba fuera de la clínica.

Laura Emilia confirmó que su padre falleció de un paro cardiorrespiratorio en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, al sur de la capital, donde ingresó la mañana del sábado por causas que no fueron reveladas inicialmente por la familia.

La también escritora explicó que justo el viernes Pacheco había terminado su habitual columna "Inventario" para el semanario Proceso, que en esta ocasión estaba dedicada a su amigo, vecino y poeta argentino Juan Gelman, fallecido hace apenas unas semanas, el 14 de enero pasado en Ciudad de México.

Este fin de semana, la familia se había limitado a informar que Pacheco estaba delicado sin aludir a las versiones de la prensa, que decían que se había golpeado la cabeza en una caída, pero esta tarde Laura Emilia explicó que el viernes el poeta "se acostó a dormir y ya no despertó".

"Eso es todo", concluyó Laura Emilia, invitando a despedir al poeta en el homenaje público que le rendirá El Colegio Nacional a partir del mediodía del lunes.

Pacheco (Ciudad de México, 1939-2014) era uno de los escritores más queridos y admirados de México por su sencillez, discreción y una extensa y elogiada obra poética, aunque uno de sus trabajos más leídos fue la novela "Batallas en el desierto" (1981).

Reconocido por su trato franco y su humildad, fue distinguido con galardones como el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2009) y el Premio Cervantes (2009), el principal de las letras hispanas.

En los últimos años, Pacheco redujo sus apariciones públicas por problemas de salud, teniendo que utilizar una silla de ruedas para desplazarse, pero sus conferencias sobre literatura o historia y sus lecturas públicas de poesía seguían siendo muy celebradas por sus seguidores.

México pierde "un puntal"

Las reacciones a la muerte del que se consideraba como el mejor poeta mexicano vivo llegaron de inmediato, tanto del mundo cultural como político.

"Ha fallecido un gran representante de nuestra literatura. México extrañará al gran escritor José Emilio Pacheco. Descanse en paz", escribió el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en su cuenta de Twitter.

De su lado, la escritora Elena Poniatowska confesó "muy afectada" a la AFP que, con la muerte de su gran amigo, México pierde "un puntal de la vida cultural" y pierde además "no sólo su poesía sino también su crítica social y su narrativa".

"Se pierde a un hombre pensante, que hace muchísima falta en este momento, en un México tan violento y tan terrible", lamentó Poniatowska, que el pasado noviembre también fue reconocida con el premio Cervantes 2013.

Marisol Schulz, la directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara -la mayor en lengua hispana y que rindió homenaje a Pacheco en 2012-, confesó que sólo podía pensar "en la tristeza y en la orfandad en la que nos deja la muerte del Poeta".

"Fue nuestro gran humanista literario", expresó, por su parte, el historiador Enrique Krauze, quien visitó al poeta este fin de semana en el hospital.

Ganador de otros prestigiosos galardones como el Octavio Paz (2003) y el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2004), Pacheco fue miembro de la "Generación de los años 50", o del "Medio Siglo" junto a autores como Sergio Pitol y los también fallecidos Carlos Monsiváis y Juan Vicente Melo.

Aunque destacó sobre todo por sus versos -recopilados en obras como "Los trabajos del mar" (1984), "Irás y no volverás" (1973) o su poemario completo "Tarde o temprano" (2009)-, Pacheco también escribió ensayos, traducciones y novelas como "El principio del placer" (1972) y "Batallas en el desierto".