El ataque, que además dejó 10 militares heridos, fue perpetrado en un sector rural entre los municipios de Tibú y El Zulia, en el departamento de Norte de Santander, a corta distancia de Cúcuta, la capital de esa región.
El comandante del Ejército, general Ricardo Gómez, dijo que las primeras investigaciones indican que los autores del ataque pertenecen al frente "Juan Fernando Porras Martínez" del ELN (Ejército de Liberación Nacional), muy activo en esa zona fronteriza con Venezuela.
Gómez dijo que el ELN no tiene capacidad militar para enfrentarse al Ejército, pero sí puede hacer daño con acciones terroristas en las cuales participan pocas personas para activar explosivos.
El jefe militar ofreció una recompensa de 140 millones de pesos (unos 48.900 dólares) por informaciones que permitan la captura de alias "Gonzalo Satélite", un jefe regional del ELN que ordenó el ataque desde Venezuela, según el Ejército.
El ataque ocurrió un día después de que el ELN anunciara en un comunicado que realizará una tregua unilateral para no obstaculizar las elecciones parlamentarias del 11 de marzo. El cese del fuego se cumplirá del 9 al 13 de ese mes.
Además, el ELN pidió al Gobierno la pronta reanudación de las negociaciones en busca de un acuerdo de paz, suspendidas el 10 de enero por el presidente Juan Manuel Santos a raíz del incremento de los ataques guerrilleros.
En su primera reacción ante ese anuncio, Santos destacó el lunes la actitud del ELN y dijo que gestos como el cese del fuego temporal eran los que estaba esperando para analizar si se reanuda el proceso de paz, que empezó hace un año en Quito.
Empero, Santos repudió el ataque de hoy y dijo que las autoridades tratan de capturar a los responsables.
"Repudio absoluto al cobarde atentado contra nuestros héroes en Norte de Santander. Toda mi solidaridad con las familias y pronta recuperación para los heridos. Vamos tras los responsables. Perseverar es la consigna", escribió Santos en Twitter.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, también rechazó el hecho y dijo que el ELN no debería hablar de un cese del fuego, como lo hizo el lunes, para horas más tarde cometer un atentado con explosivos.
"El ELN sigue siendo incoherente: borró con el codo lo que hizo con la mano", dijo el ministro del Interior, Guillermo Rivera, tras indicar que mientras siga esa incoherencia el Gobierno no podrá reanudar las negociaciones de paz.
"Mientras el ELN siga siendo incoherente no habrá condiciones para dialogar. Por lo tanto, el balón de la paz está en manos del ELN (...) El Gobierno no puede tolerar actos de buena y mala voluntad al mismo tiempo. Este tipo de actuaciones ambiguas hacen acabar con la esperanza de los colombianos y nos dejan sin margen de maniobras para reanudar los diálogos", concluyó Rivera.
El proceso de paz entre el Gobierno y el ELN empezó en febrero del año pasado en Quito. El primer logro de las partes fue pactar un alto el fuego y de hostilidades entre el 1 de octubre de 2017 y el pasado 9 de enero.
Tanto el Gobierno como el ELN habían expresado su voluntad de prorrogar la tregua cuando empezara la quinta ronda de negociaciones, lo cual estaba previsto para el 8 de enero.
No obstante, el inicio de esa ronda de diálogo fue pospuesto para el 10 de enero. Con la finalización del cese de fuego sin un acuerdo para extenderlo, el ELN reanudó de inmediato sus ataques.
Santos ordenó entonces la suspensión indefinida del inicio del quinto ciclo de negociaciones y exigió al ELN que tenga coherencia entre sus declaraciones a favor de la paz y sus acciones violentas.
Tras la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que en noviembre de 2016 firmaron un acuerdo de paz y ahora participan en actividades políticas legales, el ELN es la única organización guerrillera que sigue actuando en el país.