Muerte del presidente Mutharika deja a Malaui en suspenso político
AFP (Agencia France-Presse)
BLANTYRE, Malaui. - El presidente de Malaui, Bingu wa Mutharika, falleció a los 78 años a causa de un ataque cardíaco, informó el viernes una fuente del principal hospital de la capital, Lilongwe, pero el silencio oficial del gobierno creó un visible suspenso sobre su sucesión.

BIngu wa Mutharika
"Falleció (...) después de la medianoche, tras dos horas de intentos de reanimación", indicó a la AFP un responsable del hospital de la capital Lilongwe, que habló a condición de anonimato ya que aún no hay confirmación oficial. El cuerpo fue trasladado a Sudáfrica para ser embalsamado.
Una radio local llegó a informar que Mutharika fue trasladado en un avión a Sudáfrica a primeras horas de la mañana, pero reporteros en el aeropuerto de Lilongwe informaron que fueron desalojados del terminal aéreo antes del despegue del aparato.
Formalmente ni el hospital donde el presidente fue atendido ni el gobierno de Sudáfrica se han manifestado sobre Mutharika, alegando que solamente el gobierno de Malaui podía informar sobre el tema.
La versión del traslado del cuerpo de Mutharika a Sudáfrica para ser embalsamado fue vista como una tentativa del oficialista Partido Democrático Progresista para ordenarse internamente sobre la cuestión sucesoria.
Por fuerza de la Constitución, la vicepresidente Joyce Banda sería la substituta del presidente. Pero esta posibilidad es políticamente cuestionada ya que Mutharika la excluyó del partido de gobierno de 2010 y escogió a su propio hermano como aparente sucesor en lugar de ella.
La exclusión de Banda generó resentimiento en muchos malauíes, que vieron en el episodio una tentativa de Mutharika de concentrar poder.
Ex economista del Banco Mundial, Mutharika llegó al poder en 2004 y resultó reelecto con enorme mayoría en 2009.
Sin embargo, su prestigio comenzó a resquebrajarse por sus constantes tentativas de controlar la media y blindar a su gobierno de cualquier crítica.
Sus conflictos con países donantes y con el Fondo Monetario Internacional (FMI) terminaron por afectar la economía de un país dependiente de ayuda y donde la escasez de reservas le impide incluso importar crudo para suplir sus necesidades.
En julio pasado las frustraciones estallado en masivas protestas callejeras, en las que la policía provocó la muerte de 19 personas. El mes pasado, una amplia coalición de grupos sociales pidió a Mutharika que renuncie.
La cuestión de la sucesión no será de fácil solución, ya que cualquier tentativa de eludir la Constitución enfrentará resistencia, coinciden analistas.
"Es automático que ella (Banda) asuma la presidencia. La única realidad es que Joyce Banda asuma el poder por el restante del mandato, hasta 2014, a menos que alguien quiera cambiar las reglas de juego", dijo a la AFP el abogado Wapona Kita.
El letrado recordó que la Constitución "claramente establece que en el caso de incapacidad o muerte del presidente, el vicepresidente asume el lugar".
Banda, a su vez, formó su propio Partido del Pueblo después de ser excluida del partido de gobierno. Mutharika entonces llevó el caso a la Suprema Corte para forzar su salida del gabinete alegando que ella se había convertido en una figura de la oposición.
En ese cuadro, el silencio oficial sobre Mutharika elevó la ansiedad en Malaui.
"El suspense en la nación se intensificó después que altos funcionarios del gobierno, incluyendo varios ministros, llegaron al hospital y fueron directamente a la unidad de terapia intensiva. Después de un tiempo, salieron con caras tristes y sin decir una palabra", apuntó el diario Daily Times.
Otro diario independiente, The Nation, criticó la posición oficial sobre la hospitalización de Mutharika.
"Es el momento de hacer las cosas bien mediante la distribución de información correcta", apuntó el diario, para añadir que el gobierno "pudo haber hecho mejor las cosas que la confusa declaración en la radio estatal, que dejó a todos especulando".