Miles de personas reclamaron en Irak la liberación del periodista Mountazer al Zaidi, detenido por lanzarle su par de zapatos al presidente de Estados Unidos (EE.UU.), George W. Bush, el pasado domingo, y exclamar: "Este es el beso de despedida, perro", durante una visita del mandatario estadounidense a la nación árabe.

La multitud se manifestó por las principales calles de Bagdad para reclamar la excarcelación del reportero del canal satelital al-Baghdadiya, Muntadher al-Zaydi, quien fue catalogado como héroe por la multitud, al tiempo que enarbolaba fotos suyas en diversas marchas paralelas en el territorio nacional.

Bush, quien logró esquivar los zapatos, se encontraba en su última visita oficial poco antes de su salida de la Casa Blanca. Esta fue sorpresiva y el objetivo era despedirse de las tropas emplazadas en Irak.

Al Zaidi, reportero del canal de televisión iraquí Al Bagdadia, con sede en El Cairo, fue detenido luego de lanzar su par de zapatos y exclamarle una frase a Bush, los cuales son dos de los insultos más contundentes que puede proferir un musulmán.

Luego del incidente, ocurrido en la rueda de prensa, los guardias de seguridad se acometieron sobre el periodista y prosiguieron a sacarlo de la sala de encuentro.

Actualmente está siendo interrogado por los servicios de seguridad y no se ha emitido ninguna acusación oficial en su contra.

Al Zaidi, el "héroe"

No sólo las diversas multitudes y manifestaciones a lo largo de la geografía iraquí solicitaron la libertad del reportero, sino que también el canal de televisión lo solicitó.

Esta exigencia basada en "la línea de libertad de expresión y democracia prometida por el nuevo régimen iraquí", como indica un comunicado de Al Bagdadia.

"Cualquier medida contra Mountazer será considera como un acto de un régimen dictatorial", agrega. Mientras, en El Cairo, uno de los gerentes del canal, Muzhir al-Khafaji, describió al reportero como "un árabe orgulloso y un hombre de mente amplia".

Luego del incidente, ocurrido en la rueda de prensa, los guardias de seguridad se acometieron sobre el periodista y prosiguieron a sacarlo de la sala de encuentro. (Foto: Afp)

Sin embargo, las autoridades iraquíes estiman que el reportero "dañó la reputación de los periodistas iraquíes y del periodismo de Irak en general".
Por su parte, el gobierno reclama que Al Bagdadia ofrezca disculpas al aire por la actuación de su empleado.