Murió el escritor portugués y Premio Nobel José Saramago en España
AFP, Agence France-Presse
MADRID, Elisa Santafé, (AFP) - El escritor portugués y premio Nobel José Saramago murió este viernes a los 87 años en su casa de la localidad de Tías, en la isla española de Lanzarote, donde residía, tras una larga enfermedad a pesar de la cual se mantuvo activo casi hasta el final de su vida.
José Saramago
"El escritor murió acompañado de su familia, despidiéndose de una forma serena y plácida", añadió.
La capilla ardiente se instaló en la biblioteca de Tías a partir de las 17H00 locales (16H00 GMT) y el sábado, un avión militar portugués trasladará su cuerpo a Lisboa, donde se abrirá una capilla ardiente en el ayuntamiento de la capital portuguesa y a continuación se incinerarán sus restos, precisaron a la AFP fuentes cercanas a la familia.
El Nobel de Literatura 1998 había sufrido una grave neumonía a finales de 2007 e inicios de 2008. En los últimos años fue hospitalizado en varias ocasiones, sobre todo debido a problemas respiratorios. Según el diario El Mundo, padecía "una leucemia crónica".
El autor de "El Evangelio según Jesucristo" y "Ensayo sobre la ceguera" vivía en la isla de Lanzarote, en el archipiélago español de Canarias, con su esposa y traductora, la española Pilar del Río, desde 1993, tras publicar "El Evangelio según Jesucristo", que causó polémica entre los fieles católicos.
A pesar de su delicada salud en los últimos años, este hombre sencillo, afable, de fino sentido del humor y muy enamorado de su esposa, a quien elogiaba a menudo en sus intervenciones, no dejó la escritura ni abandonó su activismo en los últimos meses.
Siempre sin pelos en la lengua, en este tiempo apoyó a numerosas causas en favor de los más débiles y de la dignidad y los derechos humanos, actividades que marcaron su vida y a veces demoledora obra desde su afiliación al partido comunista de joven.
Tras recuperarse de la neumonía, a inicios de 2008, el poeta, dramaturgo y ensayista escribió dos novelas, "El viaje del elefante" y "Caín", que publicó en noviembre, y en los últimos meses estaba preparando un libro sobre la industria del armamento.
En abril de 2008 inició el blog "El Cuaderno de Saramago", que alimentó durante un año, hasta que al concluir "Caín" anunció su fin para poder dedicarse a tiempo completo a su decimoséptimo libro.
"Comencé otro libro y quiero dedicarle todo mi tiempo. Ya se verá por qué, si todo va bien", explicó en la última entrada de su blog.
Él mismo anunció que su nuevo escrito versaba sobre la industria de las armas.
"Será sobre (...) por qué no hay huelgas en la industria del armamento", "una huelga en la que los obreros (...) dijeran: 'No construimos más armas'", explicó en noviembre en Madrid.
Mientras preparaba este libro, recibió en septiembre en su casa de Lanzarote la visita del escritor peruano Mario Vargas Llosa, y su esposa, Patricia, y en diciembre visitó a la activista Aminatu Haidar, que durante un mes cumplió una huelga de hambre en el aeropuerto de la isla para protestar por su expulsión del Sáhara Occidental por parte de Marruecos.
Saramago apoyó la causa de Haidar y en mayo hizo lo mismo con el magistrado español Baltasar Garzón, suspendido temporalmente para ser juzgado por haber iniciado una investigación sobre los desaparecidos de la Guerra Civil.
"Con el apartamiento de Garzón las campanas, después del repique a gloria que harán los falangistas (...) y los nostálgicos de las dictaduras volverán a sonar a muerto, porque la justicia y el estado de derecho no han avanzado", escribió.
En junio publicó su último ensayo, "Democracia y universidad", en el que afirma que "no se trata sólo de instruir, sino de educar" y "repercutir en la sociedad. Aprendizaje de la ciudadanía, eso es lo que creo sinceramente que falta. Porque (..) la democracia está enferma, gravemente enferma".
Premio Luís de Camões (el Cervantes portugués) en 1995, sus declaraciones a veces causaban polémica, como su apoyo a la anexión entre España y Portugal para formar Iberia, mientras que sobre América Latina denunció a menudo los atropellos a los derechos humanos en países como Cuba o Colombia y en España apoyó al actual mandatario, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.