El Comercio, Perú
El museólogo peruano Luis Repetto advierte: "Los museos del país se encuentran en situación vulnerable, sin protocolos de emergencia para casos de desastres. No olvidemos que la tragedia de Brasil proviene de un museo universitario. ¿Cómo vamos por casa?".
El hecho lamentable que dispara esta reflexión es el incendio en el Museo Nacional de Brasil, en Río de Janeiro, ocurrido el último domingo. Es el mayor en historia natural y antropología en Sudamérica.
Repetto, miembro del consejo directivo del Instituto Riva-Agüero de la PUCP, añade: "¿Qué pasa con las valiosas colecciones de la Universidad de San Marcos, del Museo Inka en Cusco, del Museo de la Universidad de San Agustín en Arequipa, del Museo Huacas de Moche o del Museo de Arqueología, Antropología e Historia de la Universidad Nacional de Trujillo, por solo mencionar unas cuantas?".
El Museo Nacional de Brasil también cobijaba piezas arqueológicas peruanas de las culturas Chancay, Chimú, Inca, Moche y Lambayeque. Aún se desconoce si estas obras invaluables se destruyeron. José Pérez Pombal, ex director del museo, dijo a la agencia Efe: "No va a quedar nada. Las llamas están altísimas y el fuego está por todos lados. El palacio se va a quemar todo y también las colecciones, las momias, todo".
Antes del siniestro, el recinto albergaba unos 20 millones de piezas. No hubo heridos por el incendio. Los detectores de humo no funcionaban. La entidad había sufrido recortes en su presupuesto. Ayer hubo protestas en contra del presidente de Brasil, Michel Temer, por estas medidas.
Repetto continúa: "El Ministerio de Cultura del Perú y las municipalidades deben abordar el tema. No solo se trata de convocatorias y comisiones, sino también de presupuestos para la señalización e implementación de extintores y conexiones tecnológicas. ¿Cómo convencemos a nuestras autoridades de que nuestro patrimonio es de incalculable valor y, a la vez, frágil y precario? De esta desgracia internacional debemos aprender que solo el camino de la prevención podrá mitigar los siniestros, no los resolverá, pero por lo menos nos permitirá actuar con sensatez y tener protocolos que sirvan para la preservación del patrimonio de los peruanos y de la humanidad".
De acuerdo con el portal Ojo Público, hasta junio de este año solo cinco de los 53 museos públicos que dependen del Ministerio de Cultura del Perú contaban con el certificado de inspección técnica de seguridad en edificaciones y apenas dos tenían los planes de seguridad aprobados por la Dirección General de Museos del Mincul.
EL PASADO EN CENIZAS
El incendio en el Museo Nacional de Brasil ha interrumpido una historia de 200 años. Según el diario "Folha de Sao Paulo", el ministro de Cultura abrió dos líneas de investigación sobre las causas del siniestro: la caída de un pequeño globo aerostático y un cortocircuito.
Entre las joyas del museo estaban el fósil de Luzia, de unos 11.500 años, la colección de momias egipcias o su acervo en paleontología con más de 26.000 fósiles. Casi todo ha sido reducido a cenizas. Entre los pocos objetos recuperados, figura un fragmento del meteorito Bendegó, hallado en 1784.
SINIESTROS QUE ARRASARON CON LA CULTURA PERUANA
Casona Pancho Fierro
Este incendio ocurrió en mayo de este año. El inmueble debe su nombre al irrepetible artista peruano que con sus acuarelas reflejó la vida y costumbres del país del siglo XIX. Pancho Fierro pasó una parte de su existencia en este lugar. En los últimos años, sin embargo, funcionaba ahí una pollería. Defensa Civil señaló que el local "en toda su extensión" fue consumido por las llamas.
Proyecto Arqueológico Cerro Ventarrón
Una quema de caña de azúcar de la empresa Pomalca propició que las llamas se extendieran a este complejo arqueológico ubicado en Chiclayo, Lambayeque. El arqueólogo Ignacio Alva espera que se pueda recuperar un 80% del patrimonio y los murales severamente dañados.
Museo Nacional de la Cultura Peruana
El recinto está ubicado en la cuadra 6 de la Av. Alfonso Ugarte, cerca de la zona comercial de Las Malvinas. En junio del 2017, por un incendio en un almacén de la galería Nicolini, el Ministerio de Cultura cerró de manera preventiva el museo por varios días, a fin de salvaguardar la salud de los visitantes y de los trabajadores.