La puesta estadounidense de la obra de Tom Kitt y Brian Yorkey obtuvo 3 Premios Tony a la representación teatral y 3 Pulitzer a la composición musical en EEUU, pero a nivel local también arrasó con 8 Premios Hugo, incluido uno de oro al mejor musical de 2012.
La razón de por qué esta ópera-rock, que cuenta la historia de una familia en crisis por el tratamiento de una enfermedad mental de la madre, seduce tanto al público argentino podría rastrearse en la tradición psicoanalítica del país.
"Hay una estadística sobre alta cantidad de terapeutas por habitante. Nuestra clase media es la más psicoanalizada, tiene el privilegio de poder pagar su terapia personal e inclusive una entrada al teatro", comenta Alejandro Paker, quien interpreta el papel del padre.
Argentina tiene un promedio de un profesional cada 690 habitantes, tres veces más que en Estados Unidos, pero sólo en Buenos Aires hay uno cada 120 personas, según la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
"Hay más mujeres psicoanalizadas que hombres. Pero vienen hombres muy mayores, sensibilizados por los hijos que pudieron tener y no tuvieron, o los que perdieron o no pudieron acompañar", agrega Paker.
En marzo pasado, los artistas argentinos fueron invitados a participar del show "The songs of Tom Kitt & Brian Yorkey" en el Lincoln Center de Manhattan, como tributo a figuras del género musical.
En dos funciones, el público ovacionó de pie a los artistas norteamericanos y argentinos del musical que cantaron a dúo "Luz", el tema final del espectáculo.
En la capital argentina, el elenco se completa con Alejandra Perluski (la madre), Mariano Chiesa, Fernando Dente, Matías Mayer y Manuela del Campo, en el teatro Nacional.
La obra también subió a escena en Corea del Sur, Noruega y Brasil.