"!Que viva Nicaragua cabrona!", exclamó el vocalista Fernando Olvera ante unos 9.000 nicaragüenses -según los organizadores- que vibraron con su música en el Estadio Nacional de Fútbol de la capital.
Maná abrió el concierto con un repertorio de éxitos acumulados en sus más de 30 años de existencia y de su reciente álbum, como "Oye mi amor", "De los pies a la cabeza" y "El verdadero amor perdona", bajo una lluvia de fuegos artificiales y reflectores que iluminaron el escenario.
"Me da gusto estar en un país del que tenemos buenos recuerdos, porque fue el primer país en nuestra historia como Maná que (visitamos cuando) salimos (por primera vez) fuera de México", dijo Olvera, quien celebró su cuarta visita al país centroamericano y elogió la belleza de los lagos nicaragüenses.
"Traje un poquito de brebaje de cactus que se llama tequila para celebrar con ustedes nuestro último concierto de esta gira por 30 países. !Salud Nicaragua!", expresó el vocalista de uno de los grupos de pop rock más populares de América Latina.
Después rindió homenaje a las "seductoras mujeres nicaragüenses" con su canción "Mariposa traicionera" que arrancó uno de los mayores aplausos del público, en su mayoría joven.
"Fue excelente, cantó todas las mejores canciones viejísimas y las mezcló con las nuevas. Hubo fuegos artificiales. Fue una emoción total", expresó la joven Lucía Mejía a la AFP.
Maná -ganador de cuatro premios Grammy y siete premios Grammy Latinos- también estremeció al estadio con "Me vale", "Latinoamérica" y sus mensajes en favor de la protección del medio ambiente y los inmigrantes latinoamericanos.
"Fue un concierto excelente. Increíble las palabras que siempre hace de Nicaragua", dijo a la AFP el joven universitario Daniel López.
"Muy bueno el concierto", secundó Yuliet Mendoza, durante un evento que trascurrió sin incidentes, bajo protección policial.