Niños migrantes desaparecidos en Italia caen en tráficos ilegales, según libro
AFP (Agencia France-Presse)
Roma, Italia. - El periodista italiano Luca Attanasio, autor de un libro sobre el fenómeno de los niños migrantes, de los cuales cerca de 10.000 han desaparecido tras entrar en Europa, estima que la mayoría de ellos caen en redes de traficantes de drogas y prostitución.
"El fenómeno de los niños migrantes, menores de edad, que viajan solos a Europa, ha estallado en los últimos meses", reconoció este lunes a la AFP el periodista, autor de "Il Bagaglio" (La valija), dedicado a los menores migrantes que entran sin ningún acompañante a Italia.
Según estimaciones de Europol, 10.000 niños migrantes sin ningún acompañante adulto desaparecieron en Europa en los últimos 18 o 24 meses y calcula que se perdió el rastro de cerca de la mitad de ellos en Italia.
"Mientras estaba investigando los flujos migratorios hacia Europa, me di cuenta de que el fenómeno de los niños estaba cambiando. Primero entraban los menores de edad acompañados por un adulto, en general un conocido, pero, por desgracia, últimamente, eso no es más así", explicó.
Para los miles de niños que abandonan su país, el único punto de referencia, "el único operador turístico", como los tildó Attanasio, "son los traficantes, las mafias trasnacionales, que dirigen esos flujos", sostiene.
El periodista, que dedica un capítulo al tema, con cifras y testimonios de niños de Afganistán, Gambia, Egipto, Eritrea, las familias que deciden enviar a uno de sus hijos menores a Europa, "se endeudan para siempre", por lo que terminan atrapados en poderosas redes ilegales.
"Terminan esclavizados, tanto los padres como los hijos, porque deben sumas elevadas, que no lograrán pagar nunca", cuenta.
"Cuando se trata además de hijos menores de edad, el drama es aún mayor. Debido a que esos niños terminan por ser confiados a las mafias, viven escenas de extrema violencia. Son torturados, golpeados una y otra vez, y llegan a ver morir a sus compañeros de travesía. Esos niños son esclavizados durante el trayecto del viaje y con frecuencia después", sostiene al describir el mecanismo.
Alrededor de un millón de migrantes, principalmente sirios, iraquíes y eritreos, llegaron a Europa en 2015, huyendo de sus países. Aproximadamente un 27% de ellos son niños, según las cifras de Europol.
De los cerca de 270.000 niños registrados o no, 10.000 resultan "invisibles" para las autoridades.
"En muchos casos han sido interceptados a la llegada por las mafias, que no tienen ningún interés de que sean identificados por las autoridades. Se trata de redes muy organizadas, que llegan hasta esperar a que crezcan o atraviesen momentos específicos de la vida, porque saben que son muy frágiles", recalca.
"Desafortunadamente y con mucha frecuencia esos niños terminan vendiendo droga o se ven obligadas a ejercer la prostitución en circunstancias terribles", denunció Attanasio, que entrevistó a 30 menores que viajaron sin acompañante, además de políticos, asistentes, organizaciones humanitarias, antropólogos, psicólogos y jueces.
Según estimaciones de Europol, 10.000 niños migrantes sin ningún acompañante adulto desaparecieron en Europa en los últimos 18 o 24 meses y calcula que se perdió el rastro de cerca de la mitad de ellos en Italia.
"Mientras estaba investigando los flujos migratorios hacia Europa, me di cuenta de que el fenómeno de los niños estaba cambiando. Primero entraban los menores de edad acompañados por un adulto, en general un conocido, pero, por desgracia, últimamente, eso no es más así", explicó.
Para los miles de niños que abandonan su país, el único punto de referencia, "el único operador turístico", como los tildó Attanasio, "son los traficantes, las mafias trasnacionales, que dirigen esos flujos", sostiene.
El periodista, que dedica un capítulo al tema, con cifras y testimonios de niños de Afganistán, Gambia, Egipto, Eritrea, las familias que deciden enviar a uno de sus hijos menores a Europa, "se endeudan para siempre", por lo que terminan atrapados en poderosas redes ilegales.
"Terminan esclavizados, tanto los padres como los hijos, porque deben sumas elevadas, que no lograrán pagar nunca", cuenta.
"Cuando se trata además de hijos menores de edad, el drama es aún mayor. Debido a que esos niños terminan por ser confiados a las mafias, viven escenas de extrema violencia. Son torturados, golpeados una y otra vez, y llegan a ver morir a sus compañeros de travesía. Esos niños son esclavizados durante el trayecto del viaje y con frecuencia después", sostiene al describir el mecanismo.
Alrededor de un millón de migrantes, principalmente sirios, iraquíes y eritreos, llegaron a Europa en 2015, huyendo de sus países. Aproximadamente un 27% de ellos son niños, según las cifras de Europol.
De los cerca de 270.000 niños registrados o no, 10.000 resultan "invisibles" para las autoridades.
"En muchos casos han sido interceptados a la llegada por las mafias, que no tienen ningún interés de que sean identificados por las autoridades. Se trata de redes muy organizadas, que llegan hasta esperar a que crezcan o atraviesen momentos específicos de la vida, porque saben que son muy frágiles", recalca.
"Desafortunadamente y con mucha frecuencia esos niños terminan vendiendo droga o se ven obligadas a ejercer la prostitución en circunstancias terribles", denunció Attanasio, que entrevistó a 30 menores que viajaron sin acompañante, además de políticos, asistentes, organizaciones humanitarias, antropólogos, psicólogos y jueces.