La libre adaptación de la premiada y homónima novela de Mordechai Richler respeta el humor negro, cínico e autoirónico de su protagonista, el judío canadiense Barney Panofsky, interpretado por el genial Giamatti, célebre por su papel en Cinderella Man.
Las memorias de Barney, su versión de la propia vida desde los tiempos en que llevaba una vida bohemia --en el filme ambientada en Roma en vez de París--, hasta llegar a ser un sesentón enriquecido, amante del whisky y los habanos, es narrada como en el libro a través de fragmentos.
Las tres mujeres que marcaron su existencia para bien o para mal: Clara, su primera esposa; la Segunda Señora Panofsky, y finalmente Miriam, junto con el padre, interpretado por un divertido Dustin Hoffman, ausente en la Mostra, constituyen el eje central de una memoria que se va sumiendo lentamente en la oscuridad.
La sospecha del presunto asesinato de su mejor amigo y sus aventuras con otras mujeres pasan a un segundo plano en la película, mientras resalta el amor por la sosegada Miriam y la ironía judía en el filme de Lewis, reconocido realizador de episodios de la exitosa serie televisiva estadounidense CSI.
El retrato cinematográfico de uno de los personajes más amados de la literatura contemporánea canadiense --el libro fue un bestseller--, escrito por Richler poco antes de morir en 2001 a los 70 años, fue un verdadero desafío.
"No quería arruinar un tesoro nacional", admitió el director.
Las últimas dos cintas en concurso, "Drei" del alemán Tom Tykwer y "Road to nowhere" del estadounidense Monte Hellman se suman a la lista de los favoritos para el codiciado León de Oro.
Hellman, de 78 años, el realizador que descubrió a Jack Nicholson y Harrison Ford y que produjo el primer filme de Quentin Tarantino, presidente este año del jurado, regresa tras 25 años de silencio con una película de culto, un thriller romántico y un filme dentro del filme.
Protagonizado por la hermosa y misteriosa Shannyn Sossamon, una debutante hawaiana de 30 años, describe en forma desordenada pero con imágenes bellas las obsesiones de un director de cine que descubre un escándalo político, un homicidio y cae enamorado de su actriz.
La película, aplaudida por los cinéfilos, que lo consideran un maestro, reitera una idea que en el cine experimental y de autor ha rondado por décadas: narrar una historia desde su enigmática filmación.
Por su parte, la película alemana de Tykwer, talentoso autor de la genial "Lola corre", describe cómo se genera sin querer un triangulo amoroso.
El codiciado premio del festival será otorgado en la noche del sábado en el curso de una ceremonia oficial en el Palacio del Cine del Lido.
Un jurado, formado por varios directores de cine, entre ellos el mexicano Guillermo Arriaga y el italiano Gabriele Salvatore y presidido por Tarantino, verdadera estrella del certamen, deberá decidir entre los 24 filmes escogidos para la sección oficial.
Entre los favoritos, según el diario de la Muestra que consulta a 21 críticos cinematográficos, figura el inquietante "Post Mortem" del director chileno Pablo Larraín, el nostálgico ruso "Silent Souls" de Alexei Fedorchenko y la comedia francesa "Potiche" de Francois Ozon.