Nuevas reglas de protección social de la UE enfurecen a empresarios

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Luxemburgo. - Millones de ciudadanos de la Unión Europea (UE) que trabajan en otros países del bloque por orden de su empresa cobrarán más y estarán más protegidos en el futuro después de que la UE acordara la noche del lunes endurecer las normas para evitar la competencia desleal basada en la explotación y los bajos salarios.

Países como Polonia y Hungría votaron en contra y el sector empresarial también protestó. Los críticos esperan que se produzcan correcciones durante el proceso de mediación del Parlamento Europeo.
Se trata de alrededor de dos millones de ciudadanos de la UE que son enviados por su empresa a otro país miembro. La mayoría de ellos proceden de países con salarios bajos y menores pagos a la seguridad social y trabajan en otros más prósperos por menos dinero que un nativo.
La directiva de 1996 garantiza un salario mínimo para ellos y algunas normas de seguridad en el trabajo. Sin embargo, los sindicatos denunciaban que las normas presentaban demasiadas lagunas. Las personas podían ser víctimas de la explotación, y los estándares sociales en países como Alemania o Francia podría verse minados. De hecho, los trabajadores extranjeros suelen cobrar solo la mitad que un nativo, según los datos de la Comisisón Europea.
Ahora, el nuevo acuerdo de la UE para reformar la directiva persigue que se reciba el mismo sueldo por el mismo trabajo en el mismo lugar. En el futuro, los trabajadores extranjeros también recibirán los extras, premios o indemnizaciones por las malas condiciones meteorológicas habituales del país anfitrión. Sin embargo, esto no valdrá en el caso de los trabajadores que viajen a un país con peores condiciones laborales.
Los miembros de la UE estuvieron en su mayoría de acuerdo en que los trabajadores no estén en el extranjero más de 12 meses y excepcionalmente 18 meses. El plazo de 12 meses era especialmente importante para Francia, ya que el llamado "dumping salarial" se encontraba entre los temas principales en la pasada campaña electoral. El presidente francés, Emmanuel Macron, alabó el acuerdo de los ministros de Asuntos Sociales en twitter.
Uno de los puntos más conflictivos era hasta ahora la excepción en el sector del transporte, es decir, los camioneros que viajan por Europa. Ahora estarán excluidos de la reforma y se les dedicarán algunas normas propias.
Polonia deseaba esa excepción, pero finalmente votó en contra por considerar que las formulaciones no llegaban lo suficientemente lejos, indicó una portavoz. Hungría, Lituania y Letonia tampoco aprobaron el acuerdo.
La comisaria europea de Asuntos Sociales, Marianne Thyssen, dijo que este "será un paso importante en la lucha contra el 'dumping social'".
Sin embargo, la asociación comercial europea reaccionó con duras críticas. Esta sostiene que la libre oferta de servicios se verá obstaculizada en la UE.
Los críticos esperan ahora a las negociaciones entre los países de la UE y el Parlamento Europeo, en el que se ajustarán los diferentes proyectos de reforma.


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