El grupo extremista sunita controla algunos barrios de Ramadi y el nuevo asalto tiene como objetivo el centro de la ciudad, situada en la provincia de Al Anbar, conquistada en gran parte por los yihadistas.

Los disparos de mortero caían en los barrios del centro mientras que los enfrentamientos con armas ligeras se sucedían en las afueras.

Ramadi es una de las pocas zonas urbanas aún bajo control gubernamental en la provincia.

"El EI lanzó un ataque sorpresa desde cuatro sectores: el norte, el oeste, el este y el sur", explicó un teniente de policía a la AFP, tras precisar que la oleada de violencia se inició con la explosión de coches bomba contra las fuerzas de seguridad.

"Hay combates en torno a la ciudad y una serie de ataques con mortero en el interior, en particular contra el edificio del consejo provincial y una comisaría", añadió.

Los obuses de mortero empezaron a caer "desde medianoche", indicó un capitán de policía, Qusay al Dulaimi.

Según un miembro del consejo provincial, Azzal Al Fahdawi, el EI se apoderó de un barrio del este, Madiq, pero "la policía, el ejército y las fuerzas tribales (aliadas) consiguieron parar el ataque y rodean a los insurgentes en ese sector.

"Las fuerzas de seguridad necesitan ayuda. No hemos recibido aún apoyo de la aviación o de la coalición internacional" liderada por Estados Unidos, se lamentó este responsable.