AFP (Agencia France-Presse)
KINSHASA. - La frontera entre la República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda volvió a ser el jueves escenario de enfrentamientos entre los ejércitos de ambos países, tras una noche tranquila, indicaron un testigo y un responsable local congoleño.
Los tiroteos recomenzaron sobre las 08H00 (06H00 GMT) y terminaron media hora después, afirmaron las dos fuentes. El día anterior ya hubo enfrentamientos localizados a una veintena de kilómetros al noreste de Goma, la capital de la provincia congoleña de Nord-Kivu.
Igual que sucedió el día anterior, ambas partes culparon a la otra de haber empezado a disparar. Estos son los primeros incidentes de esta magnitud en la frontera entre Ruanda y la RDC desde octubre de 2013, cuando la artillería ruandesa había disparado para impedir la progresión del ejército congoleño que perseguía a rebeldes.
Según una fuente gubernamental de Kigali, el ejército ruandés ha respondido a "disparos en el lado de la RDC". Una versión que se contradice con la de una fuente militar ruandesa, que habla de nuevos "enfrentamientos", pero "no muy graves".
El gobernador de Nord-Kivu, Julien Paluku, afirmó después de los tiroteos que los ruandeses habían disparado contra posiciones congoleñas y que las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) "no contestaron".
"Solo estamos reforzando nuestras posiciones", añadió. Un habitante de Kanyaruchinya, localidad situada entre Goma y Kanyesheza, dijo el jueves por la mañana que había visto pasar tres tanques congoleños y metralletas automáticas que se dirigían al lugar del conflicto.
El ejército de Ruanda y las FARDC autorizaron que el Mecanismo Conjunto de Verificación (JVM) enviara un equipo de personas al lugar, según una fuente de este organismo internacional que controla la frontera.
El miércoles, un soldado congoleño murió en una emboscada en la frontera a la altura de Kanyeshez. Al amanecer se dio un enfrentamiento con armas automáticas entre las FARDC y las tropas ruandesas y hacia la tarde ya se estaba combatiendo con armas pesadas.
- Rebeldes ruandeses -
Las razones de la escalada de violencia en los últimos días siguen estando en la sombra.
La ONU pidió a la RDC y a Ruanda que recuperaran la seguridad en su frontera. Un congoleño que vive en la zona dijo que unas "30 familias", unos centenares de personas, huyeron el jueves de la frontera.
Las relaciones entre Ruanda y la RDC son tensas desde hace años. El régimen tutsi de Kigali combatió al gobierno central de Kinshasa en las dos guerras del Congo (1996-97 y 1998-2003).
La RDC acusa a Ruanda de pretender desestabilizarla después del final de estos conflictos apoyando a milicias, de mayoría tutsi, que se han levantado contra el gobierno central de Kinshasa.
Kigali y la RDC se acusan también regularmente de instrumentalizar la cuestión de los rebeldes hutu ruandeses de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) en favor de sus respectivas reivindicaciones.
Entre los fundadores de esta milicia y sus miembros más antiguos hay personas que participaron activamente en el genocidio de los tutsi de 1994 en Ruanda.
Según las autoridades congoleñas, Kigali pretende romper el proceso de rendición de las FDLR creando inseguridad para que, como ocurrió en 2008, los miembros de esta milicia, que ha aceptado entregar las armas, retomen su actividad.