Nuevos estallidos de violencia en Ucrania dejan al menos once muertos

AFP (Agencia France-Presse)

KIEV. - Sangrientos enfrentamientos entre las fuerzas del orden y opositores al gobierno de Viktor Yanukovich volvieron a estallar el martes en Kiev, dejando al menos once muertos y unos 150 heridos, tras un mes de relativa calma.

Los manifestantes reunidos en la plaza de la Independencia (Maidán) en la capital ucraniana, ocupada desde hace tres meses, erigieron el martes por la noche un muro de fuego para protegerse de los policías que empezaron a evacuarlos tras violentos choques.

Poco antes, la policía pidió a las mujeres y niños presentes que evacúen la plaza, anunciando el lanzamiento de una "operación antiterrorista".

En la plaza, varios miles de manifestantes cantaban el himno nacional ucraniano y se negaban a desplazarse.

"No nos iremos de aquí, es un lugar de libertad", proclamó ante la multitud Vitali Klitschko, uno de los líderes de la oposición.

"El gobierno ha lanzado una guerra contra su propio pueblo", añadió este ex campeón de boxeo, que acudió luego a la presidencia para reunirse con Yanukovich.

Incluso partidarios del régimen, como el oligarca Rinat Akhmetov, el hombre más rico de Ucrania y principal patrocinador del partido de Yanukovich, condenaron los últimos acontecimientos.

"Las víctimas humanas del lado de los manifestantes y de las fuerzas del orden son un precio inaceptable de errores políticos", declaró Akhmetov en un comunicado, pidiendo que se "ponga un fin al derramamiento de sangre".

El asalto de la policía fue lanzado por la noche, tras una jornada de enfrentamientos, la más mortífera desde el inicio de las protestas, que dejaron al menos once muertos el martes, cinco civiles y seis policías, "muertos por bala", según el ministerio del Interior.

Uno de los civiles muertos es un empleado del Partido de las Regiones del presidente Yanukovich, cuyo cadáver fue hallado en la sede de esta formación política, que fue tomada por asalto y brevemente controlada por los manifestantes, que la incendiaron parcialmente.

 

Asalto en Lviv

 

Los cuerpos de otras dos personas fueron hallados en la zona de los enfrentamientos, pero la policía afirmó que estas muertes no están relacionadas con la violencia.

Por otra parte, al menos 150 manifestantes resultaron heridos, 30 de ellos de gravedad. A un manifestante hubo que amputarle la mano y otros sufren traumatismos craneales y heridas en brazos y piernas, causadas sobre todo por granadas aturdidoras, afirmó Oleg Moussii, jefe del servicio médico de la oposición.

Asimismo, 159 policías fueron hospitalizados, 35 de ellos están en estado grave, según fuentes oficiales.

La violencia amenaza con extenderse en el país. En Lviv, un feudo de la contestación en el oeste del país, los manifestantes tomaron por asalto las sedes de la administración y de la policía.

El fiscal general Viktor Pchonka prometió el martes por la noche "las penas más severas" contra los responsables de la violencia.

Las autoridades cerraron el metro de Kiev y anunciaron una "limitación" del tráfico en dirección a la capital a partir de la medianoche, con el fin de evitar una "escalada de la violencia".

Los choques ocurrieron tras varias semanas de relativa calma, durante un desfile hacia el parlamento que degeneró en enfrentamientos contra las fuerzas del orden.

 

Preocupación internacional

 

Se trata de los primeros enfrentamientos en Kiev desde los que se registraron a fines de enero, que dejaron cuatro muertos -dos alcanzados por balas reales- y más de 500 heridos.

Rusia acusó rápidamente a los occidentales de haber fomentado la violencia al "cerrar los ojos ante las acciones agresivas de las fuerzas radicales en Ucrania".

Por su parte, Washington se declaró "consternado" y urgió al presidente Yanukovich "a poner fin a la confrontación" y a reanudar el diálogo con la oposición. A este pedido se unió el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, quien se declaró "extremadamente preocupado".

El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, levantó la amenaza de "sanciones" de la Unión Europea contra dirigentes ucranianos.

La protesta en Ucrania, que comenzó en noviembre contra la decisión del gobierno de no firmar el acuerdo con la Unión Europea, se convirtió luego en un rechazo radical del presidente Yanukovich.

La oposición acusa al poder ucraniano de ceder a las presiones de Moscú.

Rusia otorgó en diciembre pasado un crédito a Kiev de 15.000 millones de dólares, de los cuales ya liberó 3.000, y una importante rebaja en el precio del gas.

El lunes Rusia anunció que esta semana iba a girar 2.000 millones de dólares más a Ucrania, que se encuentra al borde del cese de pagos y tiene problemas de liquidez.

Ni la renuncia del gabinete a fines de enero ni las negociaciones posteriores lograron solucionar la crisis, y se prevé que la violencia que resurgió este martes aleja la posibilidad de un acuerdo.



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