Obama y Netanyahu tienen encuentro (casi) cordial en Nueva York
AFP (Agencia France-Presse)
New York, Estados Unidos. - El presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que mantienen relaciones difíciles, tuvieron el miércoles en Nueva York un encuentro con un tono rotundamente más cordial que el de costumbre.
"El vínculo entre Estados Unidos e Israel es indestructible", declaró Obama al inicio de la reunión bilateral, la última antes de su salida de la Casa Blanca a principios de 2017.
"La seguridad de Israel es importante para la seguridad nacional de Estados Unidos", aseguró, días después de un acuerdo de asistencia militar que prevé el otorgamiento por parte de Washington al Estado hebreo de 38.000 millones de dólares para ayuda militar por un período de diez años.
Obama subrayó la importancia de este acuerdo "en una época de gran incertidumbre" en la región.
El presidente estadounidense también deseó una pronta recuperación al presidente israelí, Shimon Peres, hospitalizado tras sufrir un accidente cerebro-vascular, "un gran amigo, un héroe y un gigante en la historia de Israel".
En cuanto a su vida al dejar la presidencia, Obama prometió visitar con frecuencia Israel, "porque es un país maravilloso poblado de personas maravillosas".
El primer ministro israelí "ha sido siempre franco con nosotros", agregó Obama esbozando una sonrisa, en alusión indirecta a las múltiples tensiones que han marcado su relación.
"Nuestra alianza ha progresado década tras década a través de los diferentes presidentes", expresó por su parte Netanyahu. "Quiero agradecer la intensa cooperación entre nuestros dos países en materia de seguridad y de información".
"Barack, sepa que siempre será bienvenido en Israel", agregó antes de felicitarlo por su "formidable nivel de golf" y de invitarlo a jugar en Israel.
Sin embargo, Obama puso de relieve las "inquietudes" de Estados Unidos por la construcción de viviendas en colonias de Cisjordania, algo que Washington denuncia con regularidad.
Al término del encuentro, un responsable estadounidense señaló que ambos dirigentes habían abordado "las relaciones israelo-palestinas" y los desafíos que implica la violencia actual.
De todos modos, a pesar de este período de reciente calma, la violencia persiste en territorios palestinos y en Jerusalén. El viernes, tres asaltantes fueron abatidos mientras cometían ataques anti-israelitas que dejaron un saldo de cuatro heridos.
Obama y Netanyahu, que llegaron al poder el mismo año (2009), han manteniendo relaciones notoriamente difíciles.
El último incidente que protagonizaron fue en marzo, cuando se anuló a último momento una visita de Netanyahu a la Casa Blanca. El Ejecutivo estadounidense, que se enteró de la anulación del viaje por la prensa, no ocultó su malestar.
En marzo de 2015, en plena campaña electoral, el primer ministro israelí enterró la idea de un Estado palestino, pero se retractó una vez reelegido. El episodio ofendió al Ejecutivo estadounidense.
"La seguridad de Israel es importante para la seguridad nacional de Estados Unidos", aseguró, días después de un acuerdo de asistencia militar que prevé el otorgamiento por parte de Washington al Estado hebreo de 38.000 millones de dólares para ayuda militar por un período de diez años.
Obama subrayó la importancia de este acuerdo "en una época de gran incertidumbre" en la región.
El presidente estadounidense también deseó una pronta recuperación al presidente israelí, Shimon Peres, hospitalizado tras sufrir un accidente cerebro-vascular, "un gran amigo, un héroe y un gigante en la historia de Israel".
En cuanto a su vida al dejar la presidencia, Obama prometió visitar con frecuencia Israel, "porque es un país maravilloso poblado de personas maravillosas".
El primer ministro israelí "ha sido siempre franco con nosotros", agregó Obama esbozando una sonrisa, en alusión indirecta a las múltiples tensiones que han marcado su relación.
"Nuestra alianza ha progresado década tras década a través de los diferentes presidentes", expresó por su parte Netanyahu. "Quiero agradecer la intensa cooperación entre nuestros dos países en materia de seguridad y de información".
"Barack, sepa que siempre será bienvenido en Israel", agregó antes de felicitarlo por su "formidable nivel de golf" y de invitarlo a jugar en Israel.
Sin embargo, Obama puso de relieve las "inquietudes" de Estados Unidos por la construcción de viviendas en colonias de Cisjordania, algo que Washington denuncia con regularidad.
Al término del encuentro, un responsable estadounidense señaló que ambos dirigentes habían abordado "las relaciones israelo-palestinas" y los desafíos que implica la violencia actual.
De todos modos, a pesar de este período de reciente calma, la violencia persiste en territorios palestinos y en Jerusalén. El viernes, tres asaltantes fueron abatidos mientras cometían ataques anti-israelitas que dejaron un saldo de cuatro heridos.
Obama y Netanyahu, que llegaron al poder el mismo año (2009), han manteniendo relaciones notoriamente difíciles.
El último incidente que protagonizaron fue en marzo, cuando se anuló a último momento una visita de Netanyahu a la Casa Blanca. El Ejecutivo estadounidense, que se enteró de la anulación del viaje por la prensa, no ocultó su malestar.
En marzo de 2015, en plena campaña electoral, el primer ministro israelí enterró la idea de un Estado palestino, pero se retractó una vez reelegido. El episodio ofendió al Ejecutivo estadounidense.