Obispos españoles critican retirada de reforma del aborto "en aras de supuestos cálculos políticos"

AFP (Agencia France-Presse)

Madrid. - La Conferencia Episcopal española criticó este jueves al gobierno conservador por haber retirado, "en aras de supuestos cálculos políticos" su controvertido proyecto que suprimía casi totalmente el derecho al aborto.

"Es especialmente grave la responsabilidad de quienes, habiendo incluido entre sus compromisos políticos la promesa de una ley que aminoraba algo la desprotección de la vida humana naciente que existe en la vigente normativa del aborto, han renunciado a seguir adelante con ello en aras de supuestos cálculos políticos", escribió la Conferencia Episcopal española en un comunicado.

"Hay bienes, como el de la vida humana, que son innegociables", estimó.

"Proteger y defender la vida humana es tarea de todos, principalmente de los Gobiernos", agregó.

Para la Conferencia Episcopal, "España sigue siendo, por desgracia, una triste excepción, al llegar incluso a considerar el aborto como un 'derecho'".

La controvertida reforma del gobierno conservador español que suprimía casi totalmente el derecho al aborto, criticada a izquierda y derecha, dentro y fuera de España, fue retirada la semana pasada, provocando la inmediata dimisión de su artífice, el ministro de Justicia.

Gran promesa electoral del conservador Partido Popular (PP) antes de llegar al poder a finales de 2011, la reforma ya había sido aplazada en varias ocasiones.

Responsable del texto, el ministro de justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, de 55 años, representante del ala más conservadora del partido, presentó su renuncia, al cargo y a la política tras 30 años de carrera, ocho de ellos como alcalde de Madrid (2003-2011).

El ejecutivo lo había aprobado en diciembre para reemplazar la ley de 2010, aprobada bajo el anterior gobierno socialista, que autoriza el aborto libre hasta las 14 semanas de gestación y, en caso de malformación del feto, hasta las 22 semanas.

La reforma sólo permitía la interrupción del embarazo en dos casos: cuando dos médicos certificasen un peligro para la vida o la salud de la madre, o en caso de violación siempre que hubiese una denuncia previa.

Aplaudido por la Iglesia católica española como un "avance positivo", el texto no permitía el aborto en caso de malformación del feto, lo que llevó a varias figuras del PP a sumar sus críticas a las de la izquierda y las feministas.



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