Omán celebra por todo lo alto los 40 años de reinado de su sultán

AFP (Agence France-Presse)

MASCATE, Mohamed Hasni, (AFP) - El sultanato de Omán celebra esta semana por todo lo alto los 40 años del reinado del sultán Qabus que hizo entrar en la era moderna a este país de la península arábiga, otrora atrasado y aislado.

"Es la fiesta del paso de la Edad Media a la Era Moderna", proclamó el ministro de Información, Hamad ben Mohammad al Rachidi, que recordó ante la prensa la buena posición alcanzada por su país en la clasificación de Naciones Unidas sobre el desarrollo humano.
Según este informe, publicado en octubre, el sultanato de Omán ha sido el país que más ha progresado desde 1970 entre los 135 países examinados por la ONU, que destaca los logros alcanzados en sanidad y educación.
Este progreso se explica por el hecho de que el sultanato se encontraba en el fondo de la clasificación cuando Qabus accedió al trono, sustituyendo a su padre.
"En 1970, no había nada más que tres escuelas primarias y ocho kilómetros de carreteras asfaltadas", explicó Rachidi. Los habitantes más ancianos de la capital recuerdan que Mascate no era más que una aldea sin electricidad ni agua corriente rodeada de murallas que cerraban al atardecer.
El momento álgido de la conmemoración tuvo lugar el lunes con un desfile al que asistieron el sultán Qabus y el rey Abdalá II de Jordania.
La reina Isabel II de Inglaterra y su esposo, el príncipe Felipe, visitaron el sultanato, entre el 25 y el 28 de noviembre, con ocasión de los festejos, lo que muestra la estrecha relación que mantienen los dos países.
Para enfatizar su interés por la educación, Qabus aprovechó el aniversario de su acceso al trono para distribuir ordenadores gratuitos a 118.000 jóvenes.
El petróleo, exportado a partir de 1967, ha jugado ciertamente un papel en el desarrollo espectacular de este país de 309.500 km2, que se extiende, en el sur de la Península Arábiga, desde el estrecho de Ormuz hasta Yemen.
Diariamente, Omán produce cerca de 800.000 barriles de petróleo, pero pretende diversificar su economía al no disponer más que de unas reservas probadas de 5.500 millones de barriles.
El país se encuentra en pleno desarrollo de sus infraestructuras portuarias e industriales y se lanza en el turismo, para el cual hay un buen potencial, con una gran variedad de climas y paisajes y con la herencia de una vieja nación marítima.
Ello no quiere decir que Omán se lance "en el turismo de masas", como aseguró el subsecretario de Turismo, Mohammed Tubi, quien apostó por un "desarrollo lento y seguro". Omán pretende así captar el interés de clientes acomodados y ofrecer "un producto respetuoso con el medio ambiente y la cultura" del país.
Según Tubi, el turismo no representa actualmente más que el 2,9% del PIB en un país cuya principal fuente de ingresos procede del petróleo.
La prudencia que caracteriza a este país se refleja también en la arquitectura de Mascate, donde está prohibido construir edificios de más de 10 pisos, y hasta en la política diplomática del país, con un difícil equilibrio entre Irán y los países árabes.
También se puede constatar en materia de empleo de mano de obra extranjera, donde la cuota de extranjeros no debe superar jamás el tercio de una población total de 2,9 millones de habitantes.


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