Este ataque, en la localidad de Kanaan, a 70 km de la capital, viene a recordar las dificultades de las fuerzas iraquíes para mantener la seguridad en su país, aún cuando la violencia ha disminuido en los últimos años en Irak.
Hacia las 06H00 (03H00 GMT) de este lunes, un kamikaze lanzó su camión repleto de explosivos contra el puesto de control a la entrada del recinto, haciendo estallar el vehículo diez metros más lejos contra un edificio donde se ubicaban los dormitorios del cuartel.
"Al menos once soldados murieron y 14 fueron heridos", declaró un responsable de la comandancia de operaciones de la provincia de Diyala.
El edificio se derrumbó completamente por efecto de la deflagración que dejó un cráter de tres metros de profundidad, según un periodista de la AFP en el lugar.
Las fuerzas de seguridad que acordonaron el sector, desactivaron luego dos bombas caseras y un coche bomba que al parecer debían estallar cuando llegaran los equipos de rescate, según el responsable.
Varias horas después del atentado, numerosas ambulancias se encontraban en el lugar de la explosión, mientras que maquinarias de construcción retiraban los escombros. Varias casas de los alrededores resultaron dañadas por la explosión lo mismo que numerosos automóviles estacionados cerca del lugar.
Un número importante de policías y militares estaban desplegados en el sector del atentado.
"Hubo graves negligencias en la protección de la base", acusó Iman al Karji, miembro del consejo de la provincia de Diyala.
"El vehículo no habría podido estallar dentro de la base si los servicios de seguridad hubiesen hecho su trabajo", afirmó.
Por otra parte, al menos ocho personas resultaron heridas el lunes en la mañana por la explosión de tres bombas de fabricación casera en Bagdad, indicó un responsable del ministerio del Interior que pidió guardar el anonimato.
Una de las bombas estaba dirigida contra una patrulla de la policía en el barrio de Al Amin, al este de la capital, e hirió a tres policías y dos civiles.
Kanaan se encuentra a una decena de kilómetros al este de Baquba, capital de la provincia de Diyala.
Ex plaza fuerte de Al Qaida, Diyala sigue siendo una de las provincias más violentas de Irak, debido a las tensiones étnicas y confesionales.
La provincia se encuentra en una franja de territorio de 650 km de largo, que va de Siria a Irán que se disputan el gobierno central de Bagdad y las autoridades de Kurdistán (norte).
El 20 de enero, un atentado tuvo lugar en Kanaan contra un grupo de peregrinos en ruta hacia la ciudad santa chiita de Kerbala, a 110 km al sur de la capital, donde debían participar en las celebraciones del Arbaín, que marca el fin de los 40 días de duelo por el martirio en el año 680 de Hussein, nieto del profeta Mohamed e hijo del imán Alí.
Un peregrino murió y otros tres quedaron heridos en aquella ocasión.
El nivel de violencia actual en Irak es menor que el observado en el peor momento de los enfrentamientos en 2006 y 2007, pero los atentados siguen siendo cotidianos.
En febrero, un total de 197 iraquíes han perdido la vida en violencias en el país.
Las fuerzas iraquíes asumen solas la seguridad del país desde el fin de la misión de combate del ejército estadounidense el 31 de agosto de 2010.