Oposición en Honduras insiste en supuesto fraude y sale a protestar
Tegucigalpa. - Miles de simpatizantes de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, de izquierda, salieron hoy a las calles a protestar en diferentes puntos de Honduras, denunciando un supuesto fraude en las elecciones del 26 de noviembre.
En las principales ciudades del país, Tegucigalpa y San Pedro Sula, la gente salió de forma masiva para apoyar a los líderes de esa coalición, conformada por los Partidos Libertad y Refundación e Innovación y Unidad (Pinu).
En la capital, la marcha fue encabeza por el candidato presidencial de la Alianza, Salvador Nasralla, acompañado de su esposa, Iroshka Elvir, quienes se desplazaron a inmediaciones de la antigua casa de gobierno en el bulevar Juan Pablo II.
"Nosotros no podemos aceptar ese escrutinio; se deben contar los cuadernillos y voto por voto de todo el proceso, como lo dijimos", declaró Salvador Nasralla, a diferentes medios televisivos.
Los manifestantes consideran que los comicios fueron ganados por su candidato, Nasralla, pero de acuerdo a los datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el virtual ganador sería el presidente Juan Orlando Hernández, aspirante a la reelección.
A 15 días de que se realizaron los comicios, el máximo órgano electoral no ha dado los resultados definitivos de las elecciones, porque estaba realizando el escrutinio extraordinario de las urnas de 4.753 mesas, a través de las cuales se hizo el supuesto fraude.
La oposición considera que las actas de esas más de 4.000 mesas fueron introducidas al sistema de transmisión de forma fraudulenta para favorecer al actual presidente y robarle el triunfo a Nasralla.
Ante esas denuncias, el TSE comenzó el proceso que consistía en abrir cada una de las urnas de las mesas y contar voto por voto, para corroborar las actas que fueron introducidas al sistema inicialmente y corregir si había irregularidades.
Cada acta tiene en promedio un total de 300 votos, lo que significa que se hará un conteo de más de 1.425.900 votos.
La decisión de realizar el nuevo escrutinio cuenta con el aval de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y la embajada de Estados Unidos en Honduras, a través de la encargada de negocios, Chargé Heide Fulton.
El TSE divulgó el lunes 4 de diciembre el resultado final, ocho días después de los comicios, que daba la victoria al mandatario Hernández, pero por un estrecho margen. Ante las impugnaciones, el tribunal aún no declaró oficialmente a un ganador de las elecciones.
La demora en el recuento y un cambio en la tendencia a favor del actual mandatario a mitad de la semana posterior a los comicios llevó a la oposición a denunciar fraude electoral y a salir a la calle a protestar.
A raíz de estas manifestaciones, que en algunos casos se tornaron violentas, el Gobierno decretó un toque de queda a nivel nacional por diez días, pero este viernes la medida fue suspendida a nivel nacional y solo rige en cinco de los 18 departamentos hondureños.
No obstante, a través de redes sociales circulan una serie de llamados a realizar mañana desde las 06:00 horas locales (12:00 GMT) un paro nacional con toma de carreteras, puertos, bulevares y calles.
En la capital, la marcha fue encabeza por el candidato presidencial de la Alianza, Salvador Nasralla, acompañado de su esposa, Iroshka Elvir, quienes se desplazaron a inmediaciones de la antigua casa de gobierno en el bulevar Juan Pablo II.
"Nosotros no podemos aceptar ese escrutinio; se deben contar los cuadernillos y voto por voto de todo el proceso, como lo dijimos", declaró Salvador Nasralla, a diferentes medios televisivos.
Los manifestantes consideran que los comicios fueron ganados por su candidato, Nasralla, pero de acuerdo a los datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el virtual ganador sería el presidente Juan Orlando Hernández, aspirante a la reelección.
A 15 días de que se realizaron los comicios, el máximo órgano electoral no ha dado los resultados definitivos de las elecciones, porque estaba realizando el escrutinio extraordinario de las urnas de 4.753 mesas, a través de las cuales se hizo el supuesto fraude.
La oposición considera que las actas de esas más de 4.000 mesas fueron introducidas al sistema de transmisión de forma fraudulenta para favorecer al actual presidente y robarle el triunfo a Nasralla.
Ante esas denuncias, el TSE comenzó el proceso que consistía en abrir cada una de las urnas de las mesas y contar voto por voto, para corroborar las actas que fueron introducidas al sistema inicialmente y corregir si había irregularidades.
Cada acta tiene en promedio un total de 300 votos, lo que significa que se hará un conteo de más de 1.425.900 votos.
La decisión de realizar el nuevo escrutinio cuenta con el aval de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y la embajada de Estados Unidos en Honduras, a través de la encargada de negocios, Chargé Heide Fulton.
El TSE divulgó el lunes 4 de diciembre el resultado final, ocho días después de los comicios, que daba la victoria al mandatario Hernández, pero por un estrecho margen. Ante las impugnaciones, el tribunal aún no declaró oficialmente a un ganador de las elecciones.
La demora en el recuento y un cambio en la tendencia a favor del actual mandatario a mitad de la semana posterior a los comicios llevó a la oposición a denunciar fraude electoral y a salir a la calle a protestar.
A raíz de estas manifestaciones, que en algunos casos se tornaron violentas, el Gobierno decretó un toque de queda a nivel nacional por diez días, pero este viernes la medida fue suspendida a nivel nacional y solo rige en cinco de los 18 departamentos hondureños.
No obstante, a través de redes sociales circulan una serie de llamados a realizar mañana desde las 06:00 horas locales (12:00 GMT) un paro nacional con toma de carreteras, puertos, bulevares y calles.