Oposición turca teme que represión continúe tras estado de excepción
DPA (Deutsche Press-Agency, Agencia de Prensa Alemana)
Estambul. - La oposición turca afirmó hoy que teme que la represión continúe más allá del fin de la vigencia del estado de excepción en el país. "Se mantendrá la misma presión", dijo a dpa el portavoz del opositor y prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Aygan Bilgen.
A Bilgen le preocupa sobre todo una nueva propuesta de ley antiterrorista, presentada por el partido gobernante y que se debate actualmente en la comisión de Justicia del Parlamento.
La ley, que está previsto que tenga una validez de tres años, otorgaría a las autoridades más plenos poderes, entre otros. "El estado de excepción no terminó, sino que se alargó otros tres años", dijo Bilgen. También el Partido Republicano del Pueblo (CHP), el mayor partido de la oposición, criticó la propuesta de ley.
El fin del estado de excepción fue una "señal importante", declaró el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, aunque alegó que una democracia sólo puede funcionar con separación de poderes y que "no puede haber una prolongación del estado de excepción a través de una puerta trasera" haciendo referencia al nuevo proyecto de ley. "La nueva Constitución otorga al Gobierno turco poderes considerables", dijo Maas a dpa. "Ahora es crucial que hagan uso de estos poderes de manera responsable", añadió.
En la madrugada del jueves el presidente Recep Tayyip Erdogan puso fin al estado de excepción decretado hace dos años tras el fallido golpe de Estado en julio de 2016. Desde entonces se restringieron derechos fundamentales como la libertad de prensa o de reunión.
Más de 70.000 personas fueron arrestadas desde 2016, entre ellas periodistas, defensores de los derechos humanos y políticos opositores, según datos oficiales. También se realizó una fuerte depuración del servicio civil y el Ejército, que afectó a unas 110.000 personas, y más de 1.500 fueron condenadas a cadena perpetua.
El Gobierno turco responsabiliza al clérigo islámico Fethullah Gülen de haber orquestado ese golpe de Estado. Gülen, un ex aliado de Erdogan que reside ahora en Estados Unidos, niega los cargos.
El ministro de Justicia turco, Abdulhamit Gul, volvió a justificar hoy las medidas asegurando ante la comisión parlamentaria que la "introducción del estado de excepción no fue una decisión arbitraria, sino imperativa", informó la agencia de noticias estatal Anadolu. "Fue una solución deliberada limpiar las células cancerígenas que han rodeado al Estado", añadió en referencia a Gülen. Además declaró que la nueva norma defenderá el Estado de derecho y no hará peligrar la libertad.
Gul dijo también que la propuesta de ley antiterrorista, ideada por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan, incluye la reincorporación de personas expulsadas de instituciones públicas.
La propuesta de ley, que será debatida en el Parlamento la próxima semana, conserva aspectos del estado de excepción y tendrá una validez de tres años. También recoge cómo pueden ser destituidos miembros del Ejército y empleados de los ministerios. Además, los gobernadores de las 81 provincias del país mantienen algunos poderes de emergencia, incluyendo la restricción de la libertad de reunión.
Durante el estado de excepción los turcos aprobaron en referéndum la introducción de un sistema presidencialista que ampliaba los poderes del presidente. Erdogan fue reelegido el 24 de junio.
La Unión Europea (UE) celebró la decisión de Turquía de poner fin al estado de excepción pero alertó al mismo tiempo de que la propuesta de ley mantiene "numerosos elementos restrictivos" y "disminuye cualquier efecto positivo de su conclusión".
"Están llegando mensajes positivos desde la Comisión Europea", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Hami Aksoy. "Seguiremos luchando contra el terrorismo de manera determinada", anunció a los periodistas y añadió que la amenaza del movimiento Gulen "todavía no ha finalizado por completo".
La ley, que está previsto que tenga una validez de tres años, otorgaría a las autoridades más plenos poderes, entre otros. "El estado de excepción no terminó, sino que se alargó otros tres años", dijo Bilgen. También el Partido Republicano del Pueblo (CHP), el mayor partido de la oposición, criticó la propuesta de ley.
El fin del estado de excepción fue una "señal importante", declaró el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, aunque alegó que una democracia sólo puede funcionar con separación de poderes y que "no puede haber una prolongación del estado de excepción a través de una puerta trasera" haciendo referencia al nuevo proyecto de ley. "La nueva Constitución otorga al Gobierno turco poderes considerables", dijo Maas a dpa. "Ahora es crucial que hagan uso de estos poderes de manera responsable", añadió.
En la madrugada del jueves el presidente Recep Tayyip Erdogan puso fin al estado de excepción decretado hace dos años tras el fallido golpe de Estado en julio de 2016. Desde entonces se restringieron derechos fundamentales como la libertad de prensa o de reunión.
Más de 70.000 personas fueron arrestadas desde 2016, entre ellas periodistas, defensores de los derechos humanos y políticos opositores, según datos oficiales. También se realizó una fuerte depuración del servicio civil y el Ejército, que afectó a unas 110.000 personas, y más de 1.500 fueron condenadas a cadena perpetua.
El Gobierno turco responsabiliza al clérigo islámico Fethullah Gülen de haber orquestado ese golpe de Estado. Gülen, un ex aliado de Erdogan que reside ahora en Estados Unidos, niega los cargos.
El ministro de Justicia turco, Abdulhamit Gul, volvió a justificar hoy las medidas asegurando ante la comisión parlamentaria que la "introducción del estado de excepción no fue una decisión arbitraria, sino imperativa", informó la agencia de noticias estatal Anadolu. "Fue una solución deliberada limpiar las células cancerígenas que han rodeado al Estado", añadió en referencia a Gülen. Además declaró que la nueva norma defenderá el Estado de derecho y no hará peligrar la libertad.
Gul dijo también que la propuesta de ley antiterrorista, ideada por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan, incluye la reincorporación de personas expulsadas de instituciones públicas.
La propuesta de ley, que será debatida en el Parlamento la próxima semana, conserva aspectos del estado de excepción y tendrá una validez de tres años. También recoge cómo pueden ser destituidos miembros del Ejército y empleados de los ministerios. Además, los gobernadores de las 81 provincias del país mantienen algunos poderes de emergencia, incluyendo la restricción de la libertad de reunión.
Durante el estado de excepción los turcos aprobaron en referéndum la introducción de un sistema presidencialista que ampliaba los poderes del presidente. Erdogan fue reelegido el 24 de junio.
La Unión Europea (UE) celebró la decisión de Turquía de poner fin al estado de excepción pero alertó al mismo tiempo de que la propuesta de ley mantiene "numerosos elementos restrictivos" y "disminuye cualquier efecto positivo de su conclusión".
"Están llegando mensajes positivos desde la Comisión Europea", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Hami Aksoy. "Seguiremos luchando contra el terrorismo de manera determinada", anunció a los periodistas y añadió que la amenaza del movimiento Gulen "todavía no ha finalizado por completo".