Dirigiéndose a miles de manifestantes en la capital paquistaní, al término de una marcha desde Lahore (este), el ex jugador de cricket dijo que este sábado por la tarde empezará una sentada que proseguirá hasta que renuncie el primer ministro.

"Ha llegado la hora de que el país decida. Me quedaré aquí hasta que renuncie el primer ministro. No aceptamos a un primer ministro nombrado después de unas elecciones amañadas", dijo Khan a sus simpatizantes la mañana del sábado en la capital del país.

En mayo de 2013, la Liga Musulmana (PML-N) de Nawaz Sharif obtuvo la mayoría en las elecciones legislativas, aplaudidas por los observadores internacionales pese a irregularidades en algunas circunscripciones.

El Partido de la Justicia de Imran Khan quedó tercero y denuncia un fraude electoral masivo.

La manifestación es la culminación de la marcha motorizada que arrancó el jueves de Lahore, a unos 300 km al este de Islamabad, con el objetivo de tumbar al gobierno.

La marcha contó con el apoyo del clérigo paquistaní-canadiense Tahir ul-Qadri y su Movimiento del Pueblo de Pakistán, que dijo que en breve presentará una lista de reformas de obligado cumplimiento.

El gobierno ha autorizado las protestas de los dos grupos, pero muchas de las calles de la ciudad están bloqueadas para proteger las zonas sensibles. El gobierno desplegó más de 20.000 policías y agentes del orden en las calles de Islamabad.

El gobierno, por su parte, acusa a los opositores de querer echar por la borda la democracia. Sharif dijo que la marcha quiere distraer a la población de otros problemas más urgentes.

El ejército paquistaní está llevando a cabo actualmente una campaña contra los talibanes en el noroeste. Al mismo tiempo, el gobierno intenta enderezar una economía vulnerable y solucionar el problema crónico del abastecimiento energético.