Orlando Hernández en Honduras propone diálogo para solventar crisis

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Tegucigalpa. – En medio de protestas derivadas de las denuncias de fraude en el proceso electoral del 26 de noviembre en Honduras, el presidente saliente, Juan Orlando Hernández, hizo un llamado a un diálogo nacional con todos los sectores y a protestar de forma pacífica, sin instar al odio y a la destrucción.

"Honduras nos reclama un reencuentro nacional de todos los sectores de la sociedad. Sentarnos a la mesa para definir en conjunto los objetivos fundamentales que, como nación, debemos señalar y perseguir", manifestó Hernández durante una cadena de radio y televisión.  

Hernández, en la Presidencia desde enero de 2014, exhortó a las personas que protestan en las calles a que hagan uso de su derecho legítimo de manifestarse, pero de forma pacífica, respetando la integridad física y los bienes de los demás ciudadanos.

"Tampoco puede ser expresión legítima de la protesta el vandalismo, el pillaje o la destrucción de la propiedad pública y privada", expresó.

La crisis política estalló en Honduras luego de que Salvador Nasralla, candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, denunciara un fraude en las elecciones manejado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), en contubernio con el actual presidente. 

La polarización y las protestas se intensificaron en Honduras luego de las diferencias de criterios de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Departamento de Estado norteamericano sobre el resultado de las elecciones en Honduras.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió la repetición de los comicios "ante la imposibilidad de determinar un ganador" después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) declarara triunfador al aspirante del conservador Partido Nacional, el presidente Hernández.

Contrario a la reacción de Almagro, Estados Unidos declaró que "toma nota" de la decisión de las autoridades electorales e invitó a la oposición en Honduras a impugnar el proceso electoral del 26 de noviembre por las vías legales.

Al respecto, el ex presidente Manuel Zelaya, destituido en un golpe de Estado en 2009 y principal socio de Nasralla, en conferencia de prensa condenó la posición del Departamento de Estado y llamó a intensificar y perfeccionar las movilizaciones pacíficas a nivel nacional.

Nasralla, que se autodenomina "el presidente electo", instó a Estados Unidos a no reconocer las elecciones y a alinearse a la opinión del secretario general de la OEA.

También aseguró que Honduras está en "riesgo de caer en una guerra civil de impensados efectos" y acusó al Gobierno de Hernández de destruir el Estado de derecho.

Toda esa contraposición alteró las protestas que iniciaron el pasado domingo, luego de la declaratoria oficial del organismo electoral y que los líderes de la alianza hicieran un llamado a protestar de forma inmediata y permanente.

Desde ese día las manifestaciones se han mantenido en diferentes ciudades del país, en unas más que otras, en las cuales además de tomas de carreteras se registran saqueos de negocios, quema de vehículos, heridos y hasta una persona fallecida.

En la ciudad de Choluteca, en la zona sur de Honduras, la tarde del lunes hubo enfrentamientos con efectivos de la Policía Nacional y en horas de la noche se confirmó la muerte de un hombre que andaba en las protestas, según dijo su familia a medios televisivos.

Este martes en San Pedro Sula y otras zonas del norte del país también se recrudecieron las acciones de los manifestantes, donde saquearon varios negocios y hubo enfrentamientos en los que un policía resultó con un disparo en uno de sus muslos.

En la ciudad de El Progreso, en el departamento de Yoro, la gente enardecida quemó una posta policial y golpeó a un uniformado en la cabeza. El agente fue hospitalizado y según los médicos su estado es delicado. Además, varios civiles han resultados lesionados.

Los resultados del TSE establecen que el actual mandatario ganó las elecciones al obtener el 42,95 por ciento de los votos, frente al 41,42 por ciento que obtuvo Salvador Nasralla, que asegura hubo fraude para robarle el triunfo.



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