Ortega rumbo a aplastante reelección en Nicaragua con control del parlamento
AFP (Agencia France-Presse)
MANAGUA. - El sandinista Daniel Ortega se encaminaba este lunes a una aplastante reelección en Nicaragua con un 64% de los votos y una holgada mayoría en el parlamento, aunque la oposición aún no reconoce una derrota, ante serias denuncias de anomalías en la votación.

Daniel Ortega, a la izquierda, con el cardenal Obando
El presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas, anunció para las 12H00 locales (18H00 GMT) un siguiente informe del 90% de las mesas, con resultados de la elección del presidente y de los 90 diputados, tras lo cual Gadea, un empresario radial de 79 años, planea pronunciarse.
Entretanto una tensa espera se palpa en el ambiente. Opositores y críticos de Ortega hablan de "fraude", mientras que los seguidores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) seguían los festejos que iniciaron con euforia la noche del domingo antes del primer corte oficial en la Plaza de las Victorias de Managua y en otras ciudades del país.
Ortega no aparece en público desde que votó, pero su esposa y jefa de campaña, Rosario Murillo, lo proclamó vencedor la noche del domingo: "Gracias Nicaragua. Es una victoria del cristianismo, del socialismo y la solidaridad", afirmó en los medios oficiales.
"Esta votación va a ser muy alta para el Frente Sandinista, porque es la primera vez que se da una votación sin miedo", había anunciado el mandatario, que cumple el viernes 66 años.
La jornada, a la que estuvieron llamados 3,4 millones de electores, estuvo marcada por denuncias de irregularidades e incidentes como choques entre opositores y sandinistas en Managua y en el norte del país, con varios heridos y detenidos, y la quema de juntas receptoras de voto.
La misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE) denunciaron "obstáculos" a su labor por parte del CSE -en su mayoría afín al sandinismo-, y "trampas", pero aún no emiten su valoración final de los comicios.
Al mando del segundo país más pobre de América, Ortega, aliado del presidente venezolano, Hugo Chávez, tiene el respaldo de sectores humildes que se beneficiaron con los planes de asistencia financiados con la cooperación de Caracas -de 500 millones de dólares anuales-, lo que sus opositores califican de "populismo".
Este lunes, Chávez felicitó el "contundente" triunfo de Ortega y le reiteró su voluntad de seguir apoyándolo; en tanto que el presidente cubano, Raúl Castro, también saludó el triunfo.
La postulación de Ortega levantó controversia tras ser habilitada por una Corte Suprema de Justicia con mayoría de jueces sandinistas, pese a que la Constitución prohíbe la reelección consecutiva.
De ratificarlo el CSE, el FSLN, que gobernó durante los años 80 tras la revolución que derrocó a una cruenta dictadura y volvió al poder en 2007, no solamente gobernará por otros cinco años, sino que también tendría la mayoría en el Congreso, con al menos 56 de los 90 diputados, convirtiéndose en "un partido hegemónico", según analistas.
"El FSLN tendría el control total del aparato del Estado y del Congreso, lo que les permtirá hacer, sin necesidad de pactos, reformas constitucionales" para continuar en el poder, dijo a AFP el analista independiente Alejandro Serrano, presidente de la Corte Suprema de Justicia en el gobierno sandinista de los 80.
Durante los 17 años que estuvo el FSLN en la oposición y en este periodo de gobierno, Ortega estableció alianzas políticas con antiguos rivales como el ex presidente liberal Arnoldo Alemán, para repartirse el control en los poderes del Estado, así como para hacer reformas como la que bajó a 35% el mínimo de votos en primera vuelta para ganar la presidencia.
Más allá de los vericuetos políticos, los nicaragüenses, con una historia marcada por guerras, intervenciones estadounidenses y dictaduras, votaron preocupados por la pobreza, que agobia al 45% de los 5,8 millones de habitantes, y el subempleo (53%).
A diferencia de su gobierno de los 80, Ortega estabilizó la economía (creció 4,5% en 2010), dejó negociar a los empresarios y tuvo buena relación con los organismos financieros y con Washington, lo que según el analista económico Mario Arana debe continuar para lograr un crecimiento del 6% que reduzca la pobreza.