Otra vez huyen miles de civiles de los combates en Siria
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Damasco. - Miles de personas volvieron a huir hoy de las zonas en conflicto en Siria debido a los persistentes ataques contra los territorios sitiados de Afrin y Guta Oriental. Tanto el Ejército turco como sus aliados, así como el Gobierno sirio y Rusia continuaron hoy con los ataques.
Según cifras aportadas por observadores y activistas, más de cien civiles murieron.
Después que el jueves ya más de 13.000 civiles huyeran de la zona rebelde de Guta Oriental, cerca de la capital siria, Damasco, esta mañana huyeron unas 2.000 personas de la zona, comunicó el Ministerio de Exteriores ruso.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos incluso aseguró que fueron 20.000 las personas que abandonaron Guta Oriental el jueves.
Según el Observatorio, tras la huida masiva, Rusia continuó con sus bombardeos sobre Guta Oriental, que dejaron hoy al menos 79 personas muertos.
Los ataques se produjeron después de que rebeldes del grupo Failak al Rahman consiguieran recuperar territorio perdido a manos de las tropas del Gobierno sirio.
Sólo en Guta Oriental, según estimaciones del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, murieron unas 2.000 personas en las últimas semanas.
Tras una visita a Guta Oriental, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, criticó las persistentes violaciones de los derechos humanos. Entre ellas enumeró "sitios, bloqueos, ataques desproporcionados en zona urbana y ataques dirigidos contra civiles".
También en la ciudad de Afrin, en el noroeste de Siria, la huida masiva de civiles continuaba hoy debido a los intensos combates. Desde medianoche, más de 2.500 civiles habían huido, informó el Observatorio Sirio, que recopila información de una amplia red de informantes sobre el terreno.
De esta manera, la cifra de personas huidas de Afrin en los últimos días asciende a más de 35.000. La mayoría de las personas se alejó en dirección a las localidades más alejadas de Nubul y Sahra.
Desde comienzos de semana, Afrin está prácticamente bajo sitio de tropas turcas y rebeldes aliados con ellas.
Los militares turcos lanzaron hoy volantes sobre la ciudad y advirtieron a sus habitantes que se mantengan alejados de "terroristas". Las octavillas en kurdo y en árabe llamaban además a "confiar en el Ejército turco" y a buscar "la protección de los militares turcos".
El 20 de enero, Turquía inició una ofensiva contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) en Afrin. El Gobierno turco considera a las YPG un brazo sirio del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Según la oficina de derechos humanos de la ONU, en la región de Afrin hay cientos de miles de personas en peligro. "Estamos muy preocupados por el alto riesgo que corren los civiles prácticamente aislados de resultar muertos o heridos, desplazados o tomados como rehenes para evitar los ataques", dijo la portavoz Ravina Shamdassani en Ginebra.
Además, señaló que está cortado el suministro de agua y pidió que se impida a los civiles huir si no disponen de buenos contactos con las autoridades kurdas.
En ataques de artillería y bombardeos en zonas residenciales de Afrin murieron al menos 27 civiles, informó el Observatorio Sirio.
En tanto, Rusia, Irán y Turquía, que se ven como potencias garantes de la supervisión del cese del fuego en Siria, se mostraron hoy satisfechas con la evolución de la situación en el país.
En una declaración conjunta que el Ministerio del Exterior kazajo distribuyó en una reunión de las partes en conflicto en Astaná, destacaron sobre todo los esfuerzos conjuntos contra al terrorismo internacional. En el comunicado, los ministros de Exteriores expresan además su preocupación por la persistente violación de la tregua.
El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, llamó en Astaná a que Turquía, Rusia e Irán redoblen sus esfuerozs para imponer el cese del fuego en Siria. "Creemos que las potencias garantes deben redoblar sus esfuerzos conjuntos para poner fin a las violaciones de la tregua, proteger a los civiles y garantizar la entrega de ayuda humanitaria". Turquía informó que en sus ataques murieron civiles.
Después que el jueves ya más de 13.000 civiles huyeran de la zona rebelde de Guta Oriental, cerca de la capital siria, Damasco, esta mañana huyeron unas 2.000 personas de la zona, comunicó el Ministerio de Exteriores ruso.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos incluso aseguró que fueron 20.000 las personas que abandonaron Guta Oriental el jueves.
Según el Observatorio, tras la huida masiva, Rusia continuó con sus bombardeos sobre Guta Oriental, que dejaron hoy al menos 79 personas muertos.
Los ataques se produjeron después de que rebeldes del grupo Failak al Rahman consiguieran recuperar territorio perdido a manos de las tropas del Gobierno sirio.
Sólo en Guta Oriental, según estimaciones del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, murieron unas 2.000 personas en las últimas semanas.
Tras una visita a Guta Oriental, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, criticó las persistentes violaciones de los derechos humanos. Entre ellas enumeró "sitios, bloqueos, ataques desproporcionados en zona urbana y ataques dirigidos contra civiles".
También en la ciudad de Afrin, en el noroeste de Siria, la huida masiva de civiles continuaba hoy debido a los intensos combates. Desde medianoche, más de 2.500 civiles habían huido, informó el Observatorio Sirio, que recopila información de una amplia red de informantes sobre el terreno.
De esta manera, la cifra de personas huidas de Afrin en los últimos días asciende a más de 35.000. La mayoría de las personas se alejó en dirección a las localidades más alejadas de Nubul y Sahra.
Desde comienzos de semana, Afrin está prácticamente bajo sitio de tropas turcas y rebeldes aliados con ellas.
Los militares turcos lanzaron hoy volantes sobre la ciudad y advirtieron a sus habitantes que se mantengan alejados de "terroristas". Las octavillas en kurdo y en árabe llamaban además a "confiar en el Ejército turco" y a buscar "la protección de los militares turcos".
El 20 de enero, Turquía inició una ofensiva contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) en Afrin. El Gobierno turco considera a las YPG un brazo sirio del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Según la oficina de derechos humanos de la ONU, en la región de Afrin hay cientos de miles de personas en peligro. "Estamos muy preocupados por el alto riesgo que corren los civiles prácticamente aislados de resultar muertos o heridos, desplazados o tomados como rehenes para evitar los ataques", dijo la portavoz Ravina Shamdassani en Ginebra.
Además, señaló que está cortado el suministro de agua y pidió que se impida a los civiles huir si no disponen de buenos contactos con las autoridades kurdas.
En ataques de artillería y bombardeos en zonas residenciales de Afrin murieron al menos 27 civiles, informó el Observatorio Sirio.
En tanto, Rusia, Irán y Turquía, que se ven como potencias garantes de la supervisión del cese del fuego en Siria, se mostraron hoy satisfechas con la evolución de la situación en el país.
En una declaración conjunta que el Ministerio del Exterior kazajo distribuyó en una reunión de las partes en conflicto en Astaná, destacaron sobre todo los esfuerzos conjuntos contra al terrorismo internacional. En el comunicado, los ministros de Exteriores expresan además su preocupación por la persistente violación de la tregua.
El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, llamó en Astaná a que Turquía, Rusia e Irán redoblen sus esfuerozs para imponer el cese del fuego en Siria. "Creemos que las potencias garantes deben redoblar sus esfuerzos conjuntos para poner fin a las violaciones de la tregua, proteger a los civiles y garantizar la entrega de ayuda humanitaria". Turquía informó que en sus ataques murieron civiles.