AFP (Agencia France-Presse)
KOHAT. - La aviación paquistaní bombardeó este domingo varios santuarios de los talibanes en el noroeste del país, cerca de la frontera afgana, matando a por lo menos 38 presuntos insurgentes, anunciaron las autoridades.
"Murieron 38 terroristas, entre ellos, jefes importantes", informó un responsable militar paquistaní.
El número de muertos no pudo ser confirmado a través de una fuente independiente.
Un balance anterior informaba de 18 insurgentes muertos en estos ataques aéreos, los terceros en la región tribal de Jíber desde que los insurgentes de Tehreek e Taliban Pakistan (TTP) ejecutaran a 23 soldados la semana pasada.
Estos asesinatos condujeron a la suspensión provisional de las negociaciones de paz entre el gobierno de Islamabad y el TTP para poner fin a casi siete años de insurrección islamista armada en Pakistán.
"Varios refugios de los terroristas fueron blanco de ataques aéreos en el valle del Tira este domingo por la mañana. Se destruyó un taller que fabrica bombas caseras y una gran cantidad de explosivos", había declarado a la AFP un mando militar de Islamabad que pidió mantener el anonimato.
Además, por lo menos cinco personas murieron este domingo, entre ellas dos mujeres y un niño, en la explosión de una bomba de fabricación casera en Kohat, ciudad del noroeste de Pakistán que bordea los refugios talibanes del noroeste, afirmó el jefe de la policía local, Salim Khan Marwat.
El atentado no ha sido reivindicado pero podría ser obra de los talibanes paquistaníes o de una facción de los insurgentes que no han firmado un alto el fuego con las autoridades.
Para alcanzar la paz con Islamabad, los rebeldes islamistas exigen la liberación de sus prisioneros, la retirada del ejército de las zonas tribales y la imposición en el país de la versión radical de la ley islámica (sharia).
Los observadores estiman que el proceso está abocado al fracaso dado que algunas de estas exigencias son inaceptables tanto para el gobierno paquistaní como para el ejército.