Papa Francisco proclamó 19 nuevos cardenales, entre ellos seis latinoamericanos

CIUDAD DEL VATICANO. - El papa Francisco proclamó este sábado durante una ceremonia solemne en la basílica de San Pedro y en presencia de su predecesor Benedicto XVI a los diecinueve primeros cardenales de su pontificado, seis de ellos latinoamericanos.

"La iglesia necesita de nosotros para que seamos hombres de paz y construyamos la paz", clamó el papa a los nuevos purpurados, a los que pidió que tengan "valor" y "compasión" ante "el dolor y sufrimiento en tantos países del mundo".

Francisco ingresó a las 11H00 locales (10H00 GMT) a la inmensa basílica para la "creación" (término religioso) de los primeros cardenales de su pontificado, entre ellos a los arzobispos de Argentina, Chile, Brasil, Haití y Nicaragua, y Santa Lucía en las Antillas.

A la ceremonia, que duró unas dos horas, entre las más solemnes para la Iglesia, asistió el pontífice emérito Benedicto XVI , de 86 años, quien regresaba así a la basílica de San Pedro por primera vez para un acto público.

Vestido de blanco y algo encorvado, el primer papa que renuncia en siete siglos, resaltaba en primera fila junto a los demás purpurados, algunos de ellos designados por él, quienes asistían con sus tradicionales hábitos rojos.

Los dos pontífices, un hecho insólito en la historia reciente de la Iglesia, se saludaron con un caluroso abrazo, según las imágenes transmitidas por la televisión del Vaticano.

No se descarta que Benedicto XVI decida asistir el próximo 28 de abril a la canonización de Juan Pablo II y de Juan XXIII, lo que sería hecho histórico.

El rito se abrió con la tradicional fórmula en latín para la "creación de cardenales" por parte del papa, quien vestía simples paramentos blancos con algunos adornos dorados.

De los diecinueve nuevos purpurados, 16 tienen derecho a elegir nuevo pontífice en caso de cónclave, entre ellos cinco latinoamericanos, cuatro italianos, dos europeos (un alemán y un británico), un norteamericano (Canadá), dos africanos (Costa de Marfil, Burkina Faso) y dos asiáticos (Corea del Sur y Filipinas).

Tres de los 19 nuevos "príncipes de la Iglesia" no son electores por tener más 80 años, entre ellos el antillano Kelvin Edward Felix, de Santa Lucía.

Uno de ellos, el anciano Loris Francesco Capovilla, de 98 años, secretario privado del papa Juan XXIII, figura emblemática de la renovación de la Iglesia a mediados del siglo XX, no asistió a la ceremonia por razones de edad.

 

- Conmovedora ceremonia -

 

Los nuevos purpurados recibieron de manos del papa un anillo, símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia, y el birrete cardenalicio, rojo como la sangre de los mártires que dieron su vida por defender la fe.

Los nuevos purpurados vestían sus solemnes trajes rojos litúrgicos y aparecían conmovidos, en particular los latinoamericanos, la tierra de la que es oriundo Francisco y donde viven la mitad de los católicos en el mundo, pero que es una región con muy baja representación en la jerarquía de la iglesia.

Notable fue la presencia de las delegaciones de América Latina, lideradas por los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff y de Haití, Michel Martelly, así como por familiares, religiosos y curas de toda la región.

"Con humildad y fraterna solicitud, deseo colaborar con el papa Francisco a fin de que la experiencia de la Iglesia en América Latina, contribuya a rejuvenecer el rostro y la misión de la Iglesia", declaró a la AFP el cardenal chileno, Ricardo Ezzati, poco antes de su proclamación.

Especialmente emotiva fue la imposición del birrete a su sucesor en Buenos Aires, Mario Poli y cuando descendió para entregar el anillo al cardenal antillano, que estaba en silla de ruedas.

 

-Una fiesta sencilla-

 

En la tarde los nuevos "príncipes de la Iglesia" recibieron, como es tradicional dentro del Vaticano, a familiares , religiosos y creyentes para festejar su nueva misión.

Una larga fila, alegre y entusiasta, en la que se percibía una mezcla de nacionalidades, razas y culturas, desfiló por la moderna sala Pablo VI para rendir homenaje a los cardenales latinoamericanos, mientras en los antiguos salones del palacio apostólico esperaban los cuatro miembros de la Curia Romana que recibieron el título.

Varios religiosos rodeaban al arzobispo de Les Cayes, Chibly Langlois, de 55 años, el primer cardenal de la historia de Haití, el país más pobre del continente americano, devastado por catástrofes naturales.

Un grupo de brasileños izaba a pocos metros de la gigantesca escultura central que adorna el recinto una bandera de Brasil para rendir homenaje al arzobispo de Río de Janeiro, Dom Orani Tempesta.

El nuevo cardenal nicaragüense, Leopoldo José Brenes Solórzano (64 años), arzobispo de Managua, conocido por ser un pastor humilde, se dejaba en cambio tomar fotografías con un grupo de religiosos paraguayos y conversaba con afabilidad con centroamericanos.

 

-Un Colegio menos eurocentrista-

 

Con esas designaciones el papa argentino modifica, sin llegar a revolucionar, los equilibrios internos del Colegio Cardenalicio, órgano más importante de la Iglesia, al convertirlo en menos eurocentrista.

Si bien los europeos siguen siendo la mayoría en el Colegio Cardenalicio con 61 electores, América Latina cuenta ahora con 19, entre ellos cinco de Brasil, dos de México y de Argentina, y América del Norte con 15.

África y Asia contarán cada una con 13 purpurados con derecho a voto y Oceanía con uno solo.

Con las nuevas creaciones, el número de miembros del Sagrado Colegio se eleva a 218, de los cuales 122 son "electores" en caso de elección del Papa.

El domingo, Francisco concelebrará la misa en la basílica de San Pedro con los nuevos cardenales, a quienes se les asigna también una iglesia en Roma.



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