Para Murakami, escribir es "bajar al segundo subsuelo oscuro del alma"
AFP (Agencia France-Presse)
KIOTO, Japón. - Escribir una novela es como bajar al fondo de un segundo subsuelo bastante oscuro, cuyas salidas usted desconoce, declaró el lunes durante una rara aparición en público el escritor japonés más prestigioso y reconocido en el mundo, Haruki Murakami.
Haruki Murakami
"Para crear alguna cosa, los novelistas o los músicos tienen necesidad de bajar la escalera y encontrar un pasadizo que los lleve al segundo subsuelo", explicó Murakami, siguiendo con la metáfora entre un edificio y el alma.
Unos 500 admiradores, escogidos por sorteo, pudieron asistir a este encuentro excepcional en la Universidad de Kioto, primer discurso público en 18 años de este autor.
Los periodistas fueron admitidos, pero no estaban autorizados a grabar sus palabras ni a tomarle fotos.
Murakami justificó la rareza de sus apariciones por su firme voluntad de pasearse en paz y no ser reconocido ni molestado en las calles.
"Por favor, considérenme como una especie en vías de extinción y conténtense con observarme tranquilamente de lejos (...) si eventualmente intentan hablarme o tocarme, puedo sentirme intimidado y morderlos. Entonces, por favor, sean prudentes", insistió.
Según los medios japoneses, las últimas apariciones públicas de Murakami en Japón fueron durante las sesiones de lectura que siguieron al terremoto de 1995 que destruyó una gran parte de la ciudad de Kobe (oeste) y causó la muerte a 6.400 personas.
La conferencia del lunes seguía a la aparición, hace menos de un mes, de la última obra del escritor, "El sin color Sukuru Tazaki y sus años de peregrinación", editada en un millón de ejemplares. Se trata de su primer libro después del tercer volumen de 1Q84, que salió en 2010 en Japón.
Esta novela de 370 páginas cuenta la historia de Sukuru Tazaki, un joven que se enfrenta a su pasado, sirviéndose de una historia de amor para salir de su mala racha.
El escritor dijo que había vivido algo similar.
"Cuando usted está realmente mal, quiere esconder su traumatismo a los demás e intentar echar para adelante, pero no es una cosa fácil", dijo.
Murakami contó un recuerdo del día que entrevistó a una joven mujer que acababa de perder a su marido en el atentado con gas sarín perpetrado por los miembros de la secta Aum ("Verdad suprema") en el metro de Tokio en 1995.
"Fue aproximadamente una media hora más tarde, cuando yo iba en el tren después de la entrevista, cuando me atacó el llanto. No pude parar de llorar durante una hora".
Murakami afirma no obstante que lo que más le gusta es reír y hacer reír.
"Hay gente que me dice que lloró al leer mis novelas, pero me pongo más feliz si me dicen que se rieron. La tristeza es algo muy personal, que prolonga la introversión. Pero la risa es una cosa más general que se propaga entre las personas", explica Murakami, considerado como uno de los autores japoneses contemporáneos más importantes, de fama internacional, y a quien se cita desde hace varios años como un futuro Premio Nobel.
Sus libros, en los que el absurdo se mezcla con el malestar social de japoneses fuera de lo común, han sido traducidos a unos 40 idiomas.