Para sus partidarios, Erdogan nunca tendrá "demasiado poder"
AFP (Agencia France-Presse)
Estambul, Turquía. - Sentada delante de un plato de sardinas fritas, en un restaurante de pescado en un barrio conservador de la orilla asiática de Estambul, Hatice hace memoria mientras reajusta su fular blanco.
"Los hospitales inmundos, con sábanas manchadas de sangre, jeringas en el suelo, de donde uno salía más enfermo de lo que había entrado" eso era "la vieja Turquía, antes de la llegada de Recep Tayyip Erdogan", dice Hatice.
Al igual que esta profesora retirada de 64 años, muchos partidarios del presidente turco van a votar en el referéndum del domingo con los ojos cerrados, a favor de una reforma constitucional que va a fortalecer considerablemente los poderes del jefe de estado.
Para sus detractores este plan es una deriva autoritaria e islamista, pero sus simpatizantes ven en Erdogan el gestor de un milagro económico, un campeón frente a Europa y un dirigente piadoso que ha devuelto la dignidad a la mayoría conservadora frente a la élite laica del país.
"Hay que darle todavía más poder, nunca va a tener demasiado", declaró Recep Tugcu, de 32 años, en un reciente mitin electoral en Estambul. "Turquía está viviendo su edad de oro, estamos listos a todo para apoyar a Tayyip Erdogan", aseguró con convicción, con una gorra del "Sí" en la cabeza.
"Yo le doy gracias al cielo por tenerlo entre nosotros, le doy gracias a sus padres por haber criado a una persona así para nuestro país", dijo por su parte Nazimet Ciloglu, otra admiradora en la misma concentración.
"Vamos a hacer todo lo posible para nuestro 'Rais' (jefe), que Dios lo guarde", dijo.
Interrogados por los motivos por los cuales apoyan esta compleja reforma constitucional, los partidarios de Erdogan citan los argumentos del gobierno: el fin de las coaliciones de gobierno inestables, una separación de los poderes reforzada y la posibilidad de que el presidente sea justiciable.
Pero más allá, los partidarios de Erdogan van a votar para expresar su apoyo al presidente turco, que desde su llegada al poder en 2003 ha transformado la vida de millones de personas, logrando que el PIB se triplique.
Los logros económicos de Erdogan "le han permitido construirse un base muy sólida", destacó Soner Cagaptay, analista especializado en Turquía en el Washington Institute.
Poco importa si el "crecimiento a la china" languidece o si el desempleo sube.
"Sólo él puede conducir al país hacia un futuro todavía mejor", dijo Recep Tugcu, al alabar a Erdogan.
"Antes de la llegada del AKP, Turquía era un país del tercer mundo. Es Erdogan quien construyó este país, con carreteras, puentes y túneles. El mundo occidental nos envidia todo esto", insistió.
Las relaciones entre Turquía y la Unión Europea se han tensado en las últimas semanas desde que en varios países europeos, especialmente en Alemania y en Holanda, fueran cancelados los mítines organizados por el Gobierno turco para defender el sí.
Desde entonces, el discurso encendido de Erdogan contra los europeos, a quienes ha acusado de apoyar a los "terroristas" y de acoger a los "golpistas", ha dado en el blanco.
"Los europeos nos fastidian llamándolo 'dictador' (a Erdogan)", dijo irritada Hatice. "No necesitamos a Europa", afirmó.
Erdogan también aumentó las referencias religiosas en sus discursos, que encuentran un eco en electores tan dispersos, que van desde grupos nacionalistas hasta kurdos en Anatolia, tradicionalmente muy creyentes.
"Gracias a Dios, Erdogan realiza sus cinco plegarias al día", destacó Recep Tugcu, asintiendo con la cabeza. "Si no votamos por él, ¿Entonces por quién?".
Los analistas han señalado que algunos electores del AKP podrían dudar a la hora de ir a votar el domingo por temor a dar demasiado poder a una sola persona. Sin embargo, no se atreven a decirlo públicamente.
Hay una sola cosa que podría, tal vez, incomodar a Osman, entrevistado durante un mitin en Gaziosmanpasa, en Estambul. Esta es la alianza que alguna vez tuvo Erdogan con el predicador Fethullah Gülen, instalado en Estados Unidos, y acusado por Turquía de instigar el fallido golpe de Estado del 15 de julio pasado.
Desde entonces, las autoridades han lanzado duras purgas contra los presuntos partidarios de Gülen, alcanzando también a sectores prokurdos y a medios de comunicación críticos.
"Nuestro presidente reconoció que se había equivocado", dijo Osman. "Lo que cuenta, es que limpie el país de esta suciedad de hoy en día", concluyó.
Al igual que esta profesora retirada de 64 años, muchos partidarios del presidente turco van a votar en el referéndum del domingo con los ojos cerrados, a favor de una reforma constitucional que va a fortalecer considerablemente los poderes del jefe de estado.
Para sus detractores este plan es una deriva autoritaria e islamista, pero sus simpatizantes ven en Erdogan el gestor de un milagro económico, un campeón frente a Europa y un dirigente piadoso que ha devuelto la dignidad a la mayoría conservadora frente a la élite laica del país.
"Hay que darle todavía más poder, nunca va a tener demasiado", declaró Recep Tugcu, de 32 años, en un reciente mitin electoral en Estambul. "Turquía está viviendo su edad de oro, estamos listos a todo para apoyar a Tayyip Erdogan", aseguró con convicción, con una gorra del "Sí" en la cabeza.
"Yo le doy gracias al cielo por tenerlo entre nosotros, le doy gracias a sus padres por haber criado a una persona así para nuestro país", dijo por su parte Nazimet Ciloglu, otra admiradora en la misma concentración.
"Vamos a hacer todo lo posible para nuestro 'Rais' (jefe), que Dios lo guarde", dijo.
- 'Tercer mundo' -
Interrogados por los motivos por los cuales apoyan esta compleja reforma constitucional, los partidarios de Erdogan citan los argumentos del gobierno: el fin de las coaliciones de gobierno inestables, una separación de los poderes reforzada y la posibilidad de que el presidente sea justiciable.
Pero más allá, los partidarios de Erdogan van a votar para expresar su apoyo al presidente turco, que desde su llegada al poder en 2003 ha transformado la vida de millones de personas, logrando que el PIB se triplique.
Los logros económicos de Erdogan "le han permitido construirse un base muy sólida", destacó Soner Cagaptay, analista especializado en Turquía en el Washington Institute.
Poco importa si el "crecimiento a la china" languidece o si el desempleo sube.
"Sólo él puede conducir al país hacia un futuro todavía mejor", dijo Recep Tugcu, al alabar a Erdogan.
"Antes de la llegada del AKP, Turquía era un país del tercer mundo. Es Erdogan quien construyó este país, con carreteras, puentes y túneles. El mundo occidental nos envidia todo esto", insistió.
Las relaciones entre Turquía y la Unión Europea se han tensado en las últimas semanas desde que en varios países europeos, especialmente en Alemania y en Holanda, fueran cancelados los mítines organizados por el Gobierno turco para defender el sí.
Desde entonces, el discurso encendido de Erdogan contra los europeos, a quienes ha acusado de apoyar a los "terroristas" y de acoger a los "golpistas", ha dado en el blanco.
"Los europeos nos fastidian llamándolo 'dictador' (a Erdogan)", dijo irritada Hatice. "No necesitamos a Europa", afirmó.
- 'Cinco plegarias diarias' -
Erdogan también aumentó las referencias religiosas en sus discursos, que encuentran un eco en electores tan dispersos, que van desde grupos nacionalistas hasta kurdos en Anatolia, tradicionalmente muy creyentes.
"Gracias a Dios, Erdogan realiza sus cinco plegarias al día", destacó Recep Tugcu, asintiendo con la cabeza. "Si no votamos por él, ¿Entonces por quién?".
Los analistas han señalado que algunos electores del AKP podrían dudar a la hora de ir a votar el domingo por temor a dar demasiado poder a una sola persona. Sin embargo, no se atreven a decirlo públicamente.
Hay una sola cosa que podría, tal vez, incomodar a Osman, entrevistado durante un mitin en Gaziosmanpasa, en Estambul. Esta es la alianza que alguna vez tuvo Erdogan con el predicador Fethullah Gülen, instalado en Estados Unidos, y acusado por Turquía de instigar el fallido golpe de Estado del 15 de julio pasado.
Desde entonces, las autoridades han lanzado duras purgas contra los presuntos partidarios de Gülen, alcanzando también a sectores prokurdos y a medios de comunicación críticos.
"Nuestro presidente reconoció que se había equivocado", dijo Osman. "Lo que cuenta, es que limpie el país de esta suciedad de hoy en día", concluyó.