Paramilitares iraquíes dicen haber hallado una fosa común con cientos de cuerpos

AFP (Agencia France-Presse)

Bagdad, Irak. - Fuerzas paramilitares iraquíes anunciaron este sábado haber hallado una fosa común en la cárcel de Badush, cerca de Mosul, con los cuerpos de cientos de personas ejecutadas por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

Las fuerzas iraquíes han encontrado decenas de fosas comunes en sus operaciones militares lanzadas para arrebatar al EI los territorios conquistados por los yihadistas desde junio de 2014, principalmente durante la ofensiva en curso para reconquistar Mosul, el mayor bastión del EI en Irak. 
En un informe de 2015, la ONU afirmó que unos 600 hombres murieron ejecutados por el EI cuando el grupo yihadista se apoderó de la cárcel en junio de 2014.
En esta prisión el EI también encarceló a cientos de mujeres de la minoría yazidí, de habla kurda. 
Según el ejército iraquí había miembros de Hashd al Shaabi, un grupo paramilitar progubernamental en el que predominan las milicias chiitas apoyadas por Irán, entre las unidades que arrebataron el control de la cárcel al grupo extremista sunita.
Miembros del Hashd al Shaabi encontraron "en la cárcel (de Badush) una gran fosa común que contiene los restos de unos 500 civiles presos que fueron ejecutados" por el EI cuando los yihadistas se apoderaron de la prisión durante la ocupación de Mosul, afirma el grupo paramilitar en un comunicado.
El Hashd no explica cómo obtuvo esa cifra, que no ha sido confirmada por ninguna fuente independiente.
En su informe de 2015, la ONU indicó que unos 600 detenidos de la prisión de Badush, principalmente chiitas, habían sido llevados en camiones hasta un barranco, donde combatientes del EI los habían ejecutado. Los supervivientes explicaron a la ONU que se habían salvado gracias a los cuerpos de otras personas que cayeron sobre ellos. 
Además, la diputada iraquí Vian Dakhil informó el mismo año de la detención de más de 500 mujeres yazidíes en esta misma prisión. 
 

- Varias fosas comunes -

 
Los yazidíes, una minoría de habla kurda adepta a una religión monoteísta preislámica, fueron violentamente perseguidos por los yihadistas del EI durante su ofensiva de 2014 en Irak. Los yihadistas mataron a los hombres y convirtieron a las mujeres en esclavas sexuales. 
La fosa común de Badush no es la primera que se ha descubierto durante la ofensiva de Mosul, iniciada en octubre y en cuya primera fase las fuerzas iraquíes combatieron a los yihadistas en las inmediaciones de la ciudad, antes de penetrar en la urbe. 
Así, el ejército iraquí halló una fosa común en la zona de Hamam Al Alil, al sur de Mosul, en noviembre, según indicó un responsable, que dio cuenta de al menos 25 cuerpos visibles. 
Semanas después se descubrió otra fosa en la localidad vecina de Khafsa, situada a una decena de kilómetros de Mosul y que podría ser la mayor fosa común de la guerra contra el EI en Irak. 
La organización Human Rights Watch tuvo acceso a imágenes de satélites que indicarían que la sima estaría llena. Algunos habitantes indicaron a la AFP que el EI había tirado dentro piezas de desguace y contenedores antes de cubrirlo todo con tierra con la idea de esconder los crímenes. 


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