Las dos principales ciudades, Trípoli, la capital, y Bengasi, son escenario de sangrientos combates que han provocado la evacuación de centenares de ciudadanos extranjeros.

La reunión de Tobruk, una ciudad del este que por el momento no se ha visto afectada por la violencia, fue simbólica, además sin la presencia de la facción islamista opositora.

"Hemos decidido realizar nuestra sesión inaugural el lunes. La de hoy es consultiva", declaró el diputado Abu Bakr Biira, que presidió la reunión a puertas cerradas.

Pese a las profundas divisiones de la clase política entre islamistas y nacionalistas, Biira dijo que quería reunir a todas las partes.

"Queremos unir a la patria y dejar de lado nuestras diferencias", dijo, tras asegurar que más de 160 de los 188 diputados electos acudieron a esta reunión.

Estas cifras confirmarían una victoria aplastante de los "nacionalistas" frente a sus rivales islamistas en las elecciones, pues estos boicotearon la reunión al considerarla inconstitucional.

Nuri Abu Sahamein, el presidente del Congreso Nacional (CGN, dominado por los islamistas), el Parlamento saliente, mantuvo, también para el lunes, una sesión inaugural, pero en Trípoli.

La presencia en Tobruk del jefe del gobierno, Abdalá al Theni, y de miembros del movimiento nacionalista del CGN, otorgó un carácter oficial a la reunión del sábado.

El movimiento nacionalista acusa a los islamistas de sembrar el caos en el país con el fin de impedir la entrada en funciones del parlamento, tras haber perdido las elecciones.

En dos semanas, la violencia ha dejado más de 200 muertos y cerca de 1.000 heridos en el país, según el ministerio de Salud.

En Trípoli se enfrentan las milicias rebeldes islamistas y antiislamistas, y en Bengasi las fuerzas armadas y los islamistas.

La comunidad internacional instó en varias ocasiones al nuevo parlamento a que empiece a trabajar rápidamente para intentar poner un poco de orden en las instituciones del Estado y formar un nuevo gobierno.

- Incendio controlado -

En Trípoli los enfrentamientos se suceden en torno al aeropuerto. En la carretera que lleva a esa instalación hay dos enormes depósitos de carburante que se incendiaron a causa de la cercanía de los combates. Los bomberos habían conseguido el viernes controlar el fuego, pero un nuevo impacto de un cohete provocó un nuevo incendio.

La violencia llevó a varios países occidentales a ordenar la evacuación de sus ciudadanos y diplomáticos.

Gran Bretaña y Polonia anunciaron el cierre de sus embajadas, y Rumanía aconsejó a sus ciudadanos salir lo antes posible del país.

Egipto anunció un puente aéreo para sacar a sus ciudadanos y Túnez, que tiene entre 50.000 y 80.000 ciudadanos residentes en Libia, les aconsejó que abandonen el país lo antes posible.