Película sobre la masacre de Utoya impacta en la Berlinale
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Berlín. – "Utøya 22.juli", basada en la masacre que conmovió a Noruega en 2011, cuando un extremista de derechas mató a 77 personas, la mayoría de ellas niños y adolescentes en la isla de Utoya, impactó hoy al Festival de Cine de Berlín, donde forma parte de la competición por el Oso de Oro.
El film recrea en tiempo casi real y en una sola toma la matanza en la isla, en la que se encontraban de campamento unos 500 jóvenes miembros del Partido Laborista noruego. La masacre perpetrada por Anders Behring Breivik duró 72 minutos, mientras que el film de Erik Poppe dura 90.
"Quería llevar a la audiencia a esa isla, para que vivieran como sintieron la masacre esos jóvenes. Quería mostrarlo por entero desde el punto de vista de los jóvenes, que se notara que estuvieron ahí 72 minutos sin que nada pasara", afirmó hoy el director durante la presentación, en la que también estuvieron presentes tres de los supervivientes, que recibieron un fuerte aplauso de la sala.
Si bien la película empieza con unas breves imágenes documentales de la explosión previa en el distrito gubernamental de Oslo causada por Breivik, en la que murieron ocho personas, el film se traslada luego al campamento juvenil, donde recrea desde la ficción el baño de sangre sin precedentes en el país nórdico, donde el extremista mató a 69 personas más.
Según el director, sintió la urgencia de llevar la masacre de Utoya al cine cuando comenzó a notar que en Noruega se estaba poniendo el foco en el terrorista y sus declaraciones ante el tribunal, que lo condenó a 21 años de prisión, o en la reconstrucción del distrito gubernamental de Oslo destruido por la explosión, más que en las víctimas.
"Mientras pasaba el tiempo notamos que el recuerdo de lo que pasó en esa isla se iba desvaneciendo. Los familiares también estaban preocupados por esto", indicó Poppe. "Y al mirar Europa hoy en día y ver que el fascismo crece día a día, sentí que necesitábamos recordar lo que pasó en esa isla. Esta es la cara que tiene el extremismo de derechas".
Por su parte, la actriz Andrea Berntzen, que carga sobre sus espaldas con todo el peso actoral de una película de intenso dramatismo como la joven Kaja, confesó que al principio tenía dudas con el proyecto porque, como a gran parte de la opinión pública noruega, le parecía que era aún demasiado pronto para llevar la tragedia al cine.
"Primero fui muy crítica con la idea de la película, también sentí que era muy temprano. Pero al leer el guion y ver que el foco iba a estar en las víctimas, cambié de idea", dijo la actriz, que tiene serias posibilidades de llevarse el Oso de Plata por su trabajo.
En cuanto a la polémica por el estreno del film, que algunos consideran prematuro, Poppe dijo que los mismos supervivientes le dijeron que si seguían esperando, quizá fuera demasiado tarde. Incluso se organizaron proyecciones previas para las víctimas y sus allegados. "Claro que fue duro", dijo Poppe. "Pero también creo que es parte del proceso de sanación".
"Quería llevar a la audiencia a esa isla, para que vivieran como sintieron la masacre esos jóvenes. Quería mostrarlo por entero desde el punto de vista de los jóvenes, que se notara que estuvieron ahí 72 minutos sin que nada pasara", afirmó hoy el director durante la presentación, en la que también estuvieron presentes tres de los supervivientes, que recibieron un fuerte aplauso de la sala.
Si bien la película empieza con unas breves imágenes documentales de la explosión previa en el distrito gubernamental de Oslo causada por Breivik, en la que murieron ocho personas, el film se traslada luego al campamento juvenil, donde recrea desde la ficción el baño de sangre sin precedentes en el país nórdico, donde el extremista mató a 69 personas más.
Según el director, sintió la urgencia de llevar la masacre de Utoya al cine cuando comenzó a notar que en Noruega se estaba poniendo el foco en el terrorista y sus declaraciones ante el tribunal, que lo condenó a 21 años de prisión, o en la reconstrucción del distrito gubernamental de Oslo destruido por la explosión, más que en las víctimas.
"Mientras pasaba el tiempo notamos que el recuerdo de lo que pasó en esa isla se iba desvaneciendo. Los familiares también estaban preocupados por esto", indicó Poppe. "Y al mirar Europa hoy en día y ver que el fascismo crece día a día, sentí que necesitábamos recordar lo que pasó en esa isla. Esta es la cara que tiene el extremismo de derechas".
Por su parte, la actriz Andrea Berntzen, que carga sobre sus espaldas con todo el peso actoral de una película de intenso dramatismo como la joven Kaja, confesó que al principio tenía dudas con el proyecto porque, como a gran parte de la opinión pública noruega, le parecía que era aún demasiado pronto para llevar la tragedia al cine.
"Primero fui muy crítica con la idea de la película, también sentí que era muy temprano. Pero al leer el guion y ver que el foco iba a estar en las víctimas, cambié de idea", dijo la actriz, que tiene serias posibilidades de llevarse el Oso de Plata por su trabajo.
En cuanto a la polémica por el estreno del film, que algunos consideran prematuro, Poppe dijo que los mismos supervivientes le dijeron que si seguían esperando, quizá fuera demasiado tarde. Incluso se organizaron proyecciones previas para las víctimas y sus allegados. "Claro que fue duro", dijo Poppe. "Pero también creo que es parte del proceso de sanación".