"Desde aquí hago un llamado al propio Senado para que amplíe los espacios de diálogo, de acercamiento con las distintas organizaciones, para poder escuchar todas las voces", dijo Peña Nieto, que la semana pasada había calificado de "imperiosa necesidad" contar con esa ley.
El presidente mexicano afirmó hoy que es necesario "enriquecer" la iniciativa, aprobada ya por la Cámara de Diputados, luego de que representantes de la sociedad civil volvieran a expresar cuestionamientos, esta vez en su presencia, durante la entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos.
Al recibir el galardón, Miguel Álvarez Gándara, que preside la organización civil Serapaz, pidió al Senado rechazar la ley, que busca dotar de un marco legal a la labor que las Fuerzas Armadas desempeñan desde hace una década en la lucha contra organizaciones criminales.
"Lamentablemente la posible aprobación de la ley de seguridad interior representa una reafirmación de la estrategia de seguridad que no funciona. Ésta ley no debe prosperar", dijo Álvarez Gándara, reconocido por su trabajo de más de 40 años por los derechos humanos.
México enfrenta los peores niveles de violencia desde que comenzaron a llevarse registros hace dos décadas a pesar de que hay miles de militares y policías desplegados en todo el país en labores de seguridad.
Organismos civiles afirman que la ley normalizará la "militarización" del país. Entre los que han objetado la ley de seguridad interior figura el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein.
El proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados el 30 de noviembre y se remitió al Senado para su debate y adopción, algo que podría ocurrir la semana entrante.
En la ceremonia de entrega del Premio de Derechos Humanos, Peña Nieto otorgó también una mención honorífica a Lucía de los Ángeles Genao, fundadora del Colectivo Solecito del estado de Veracruz, un grupo de familiares de desaparecidos que ha encontrado cientos de cuerpos en fosas clandestinas.