"Siento que las películas que se hacen en México tienen que ver mucho con la idiosincrasia mexicana y poco que ver con la sociedad. Hablo del 90% de las películas mexicanas, especialmente las que tratan el tema del amor, corrupción y narcotráfico", dijo Pereda el miércoles a la AFP.
"Un ejemplo claro son los mariachis, que no tienen nada que ver con los mexicanos, pero la gente se identifica con ellos. Gran parte de las películas mexicanas son estas ficciones que no tienen nada que ver con la sociedad mexicana, pero que de una u otra manera sí tienen que ver con los deseos de la gente", consideró el cineasta.
La filmografía de Pereda, de 28 años, se caracteriza por narrar historias tomadas directamente de la vida cotidiana, describiendo el mundo interior de personajes de la clase trabajadora.
En los últimos diez años, el joven director ha estrenado los filmes El verano de Goliat, Perpetuum Mobile, Entrevista con la tierra, Juntos, ¿Dónde están sus historias?, y Todo en fin el silencio lo ocupaba.
Pereda rechaza ser clasificado en un género y explicó que siempre se inclinó por "hacer ficción, pero con el tiempo quise tomar herramientas de la realidad, como el reportaje".
"Entonces empecé a usar las entrevistas para que, por ejemplo, unos niños no me actuaran su vida, sino que me la platicaran para conseguir mayor expresividad", refirió.
"Yo les decía qué debían contar y ellos lo conversaban ante las cámaras como quisieran hacerlo. Ahí empezó esa mezcla formal entre ficción y documental", añadió.
"Mis películas no se basan en que esto es realidad y esto otro falsedad. Mis películas son ficciones que usan elementos de la realidad como las entrevistas".
El festival de Cartagena, que cerrará el jueves, tiene este año como invitado especial a México.
En esta versión del festival compiten una docena de películas de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, España, México, Uruguay y Perú. Cuatro de ellas son coproducciones con Alemania, Estados Unidos, Francia y Panamá.