Periodista mexicana premiada por valentía al dirigir inquisidor semanario
AFP (Agencia France-Presse)
TIJUANA. - Desde 1980, el semanario Zeta de Tijuana, noroeste de México, investiga el narcotráfico y la corrupción con una línea editorial tan valiente como peligrosa por la cual su codirectora, Adela Navarro Bello, recibió este año un premio internacional al coraje periodístico.
Portada de un ejemplar del semanario Zeta de Tijuana, México.
Desde 2006, esta periodista de 42 años dirige conjuntamente con Cesar René Blanco Villalón el semanario Zeta, que difunde 30.000 ejemplares básicamente en el estado de Baja California, cuya principal ciudad, Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, es centro de operaciones de narcotraficantes.
"Los despiadados cárteles han asesinado a sus editores y han amenazado en muchas ocasiones con matar a Adela Navarro Bello, pero ella se rehusa a dejar de escribir sobre la atroz ola de violencia", señaló la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF, por sus siglas en inglés) al anunciar el premio que le entregará en octubre en Los Angeles.
México es uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo con 66 reporteros asesinados en diez años, según un reporte de la ONU sobre la libertad de prensa en el mundo presentado hace un mes.
Durante mucho tiempo tuvo siete escoltas protegiéndola, pero ahora no lo encuentra práctico para su labor. "No puedes llegar a una entrevista con siete personas armadas, con chalecos antibalas (...) porque la gente no va a confiar en ti", dice. "Estamos mejor así, libres".
Es una libertad por la que el semanario Zeta ha pagado un fuerte precio, pues tres de sus trabajadores han sido asesinados. El caso emblemático es el de su cofundador Héctor Félix Miranda, ultimado en 1988 frente a su vivienda.
Un guardaespaldas de Jorge Hank Rhon, ex alcalde de Tijuana y dueño de una cadena de casinos y del hipodrómo local, fue detenido y condenado como responsable material del homicidio, pero el autor intelectual jamás fue establecido.
Navarro Bello no duda en dar su opinión: "Todos los caminos conducen al Hipódromo, las armas, los vehiculos, los pagos. Nosotros exigimos que se investigara a Jorge Hank como un probable autor intelectual".
Desde entonces cada edición del semanario lleva una página firmada por el difunto cofundador con la pregunta: "Jorge Hank Rhon: ¿Por qué tu guardaespaldas Antonio Vera Palestina me asesinó?".
Hank Ronk fue detenido a comienzos de junio, después que el ejército halló decenas de armas no autorizadas en el jardín de su mansión, pero una jueza lo liberó una semana más tarde por errores de procedimiento, pues los soldados no tenían orden de registro.
El millonario empresario, perteneciente al influyente Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante décadas y aspira a recuperar la presidencia en 2012, dice estar tranquilo y niega las acusaciones.
Las ediciones de Zeta están llenas de páginas que documentan numerosas denuncias contra Hank Rohn y que el político rechaza: posibles vínculos con los cárteles de las drogas, lavado de activos a través de sus casinos y contrabando, entre otras.
"Nunca dejamos a Jorge Hank porque es demasiada la impunidad que le rodea", señala Navarro Bello. "Desafortunadamente (las denuncias) no han llegado a los tribunales", dice.
La codirectora del semanario también es escéptica respecto a la idea del gobierno mexicano de que Tijuana se ha pacificad,o pues el cártel local encabezado por la familia Arellano Felix, ha sido reducido.
En 2008 esa organización se dividió en dos facciones, una de las cuales empezó a trabajar con Joaquín "El Chapo" Guzmán, del cartel de Sinaloa. Los enfrentamientos sangrientos no se hicieron esperar y el gobierno envió miles de soldados a Tijuana.
El presidente Felipe Calderón reivindica lo ocurrido en Tijuana como un ejemplo del éxito de su estrategia de enfrentar los cárteles con el despliegue en todo el país de 50.000 militares. Esos enfrentamientos han dejado 37.000 muertos desde 2006.
En Tijuana, es cierto, los crímenes cayeron de 800 en 2008 a unos 400 en 2010, pero Navarro Bello cree que se trata de una ilusión.
"Una parte gana contra la otra y eso nos trae 'paz'. No fue la estrategia concertada del gobierno la que acaba con la inseguridad: fue que una parte del cártel le ganó a otra. Nada más", dice.
El narcotráfico "sigue en Tijuana, con el trasiego de droga, con el cobro de plaza, secuestrando gente..., pero con bajo perfil. Entonces no puedes hablar de un ejemplo o modelo cuando los criminales siguen en la calle", añade esta mujer que no cree que callar sea una virtud.