Pesimismo entre los obispos ante los desafíos de la evangelización

AFP (Agencia France-Presse)

CIUDAD DEL VATICANO. - La evangelización se ha convertido en un viacrucis para los obispos del mundo entero reunidos en Roma, ante la pérdida de la fe en Europa, el activismo del Islam en África y la "arrogancia" de mensajeros de la Iglesia en los países pobres.

Los obispos cristianos católicos, reunidos en Roma.
Los obispos cristianos católicos, reunidos en Roma.
Temor a evangelizar en Occidente en un clima hostil, temor de un islam percibido en Africa y en Oriente como cerrado al diálogo: los obispos europeos rivalizaron en dramatismo con sus pares africanos y árabes reunidos para el sínodo sobre la "Nueva evangelización".
Los europeos son los más desmoralizados, subrayó una observadora que escuchó unas treinta intervenciones a puerta cerrada el lunes en la tarde y el martes en la mañana, en presencia del papa Benedicto XVI.
El discurso muy pesimista del presidente del "ministerio" de la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, fue el que más sacudió al sínodo: "incapaces de proponer el Evangelio, débiles en nuestra convicción de la Verdad que salva, prudentes porque oprimidos por el control del lenguaje (políticamente correcto, ndlr), hemos perdido credibilidad", afirmó el arzobispo italiano.
"Nuestras comunidades se ven débiles, repitiendo fórmulas obsoletas. No comunican la alegría, son inseguras sobre el camino a tomar. La nostalgia para los tiempos pasados o la utopía de los sueños no sirven, por eso mejor un análisis lúcido", preconizó.
En las intervenciones libres, un obispo europeo muy influyente que pidió el anonimato dio en el clavo: "es difícil encontrar el valor de la evangelización. Tenemos miedo. Los cristianos temen dirigirse a los que se alejaron, o peor, a los que le son hostiles".
Fue analizado "el síndrome de las dificultades" que los católicos sienten para expresar su fe. "Dos generaciones post-conciliares vivieron un cristianismo anónimo, que se esconde", dijo un obispo.
"La ignorancia de los contenidos de base de la fe se conjuga con una forma de arrogancia sin equivalente: ¿de qué manera se puede expresar la novedad de Jesucristo en un mundo impregnado por la única cultura científica, modelada en la superficialidad de contenidos efímeros?", preguntó monseñor Fisichella.
Los obispos africanos y árabes hablaron de "cristianos masacrados, discriminados".
"Se habla de diálogo con el islam, pero es solo palabras", dijo uno mientras que otro agregaba: "incluso la palabra evangelización no puede ser empleada" en nuestros países frente a un islam dominante.
Un obispo árabe incluso pidió a Occidente recibir a los musulmanes convertidos al cristianismo, que son obligados a esconderse, según la observadora en el sínodo.
La dura intervención de monseñor Sócrates Villegas, arzobispo de Lingayen-Dagupan (Filipinas), quien denunció "la arrogancia" de algunos prelados y abogó por el retorno a "la humildad" de los primeros cristianos, provocó también conmoción.
"La evangelización sigue siendo obstaculizada por la arrogancia de sus mensajeros. La jerarquía debe rechazar la arrogancia, la hipocresía y la beatería", dijo.
"Nuestra experiencia en el Tercer Mundo me dice que el Evangelio puede ser predicado a los que tienen el estómago vacío, pero solo si el estómago del predicador está tan vacío como el de sus parroquianos", añadió.
Según el filipino, "la gran pobreza del mundo es una pobreza en santos. Nuestra juventud tiene necesidad de modelos para inspirarse, requiere héroes vivos para encender su corazón".
En el mismo sentido, monseñor José Rauda Gutiérrez, obispo de San Vicente en El Salvador, dijo que "uno de sus obstáculos a la nueva evangelización es el clero: pérdida de entusiasmo pastoral, disminución del impulso misionario".
La competencia de las sectas pentecostales fue denunciada por monseñor Nicolas Djomo Lola, obispo de Tshumbe (RDCongo): "las guerras y las violencias desestructuraron a las personas en el plano psicológico, moral y espiritual. Cristianos y no cristianos fragilizados hallan soluciones fáciles en la creencia en la brujería y en las sectas".


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