Roqaya el Sadat demandó al periodista Mohamed Hanein Heikal, quien en esa época era un allegado de Nasser, por haber dicho en el canal de televisión qatarí Al Jazeera que Sadat había preparado personalmente una taza de café para Nasser, quien falleció tres días después.
Estas declaraciones, que fueron ampliamente reproducidas en la prensa, fueron consideradas como una confirmación de un antiguo rumor sobre un posible envenenamiento de Nasser por el hombre que en esa época era su vicepresidente y que lo sucedió.
A Sadat "no le gustaba el café y no sabía prepararlo", declaró su hija en la querella por difamación sin pruebas presentada ante el procurador general, según la fuente judicial.