MADRID, (AFP) - La decisión de un instituto de Pozuelo de Alarcón, en las afueras de Madrid, cuyo reglamento interno prohíbe a los alumnos asistir a los cursos con la cabeza cubierta, ya sea con pañuelos, gorros o sombreros, desató la ira de las asociaciones musulmanas y una cierta cacofonía en el seno del gobierno socialista.
La dirección del establecimiento decidió el martes por la tarde no modificar su reglamento. Algunas compañeras de la estudiante expulsada, Najwa Malha, asistieron a los cursos llevando el 'hijab' (velo islámico) como muestra de solidaridad, según imágenes televisivas.
Asociaciones representativas de la comunidad musulmana en España anunciaron el miércoles su intención de recurrir al Tribunal Constitucional para denunciar que el reglamento interno de un colegio "no puede colocarse por encima de la ley" y atentar contra el derecho a la educación de un estudiante.
La región de Madrid, gobernada por la derecha, apoya al instituto, mientras que en el seno del gobierno socialista, algunos ministros emitieron opiniones divergentes, entre apelaciones a la tolerancia o respeto a la educación laica.
Si por un lado, la ministra de Asuntos Sociales, Trinidad Jiménez, dijo que no había ninguna necesidad "ni de prohibir ni de regular" sobre el tema, la titular de Igualdad, Bibiana Aído, afirmó que estaba "personalmente" contra el velo islámico en las mujeres.
Las autoridades regionales propusieron transferir la alumna a otro colegio de la región que no aplique este tipo de reglamento riguroso.
En 2007 fue expulsada una alumna que llevaba velo islámico de una escuela de Gerona (noreste), pero poco después fue readmitida.