¿Por qué busca Egipto un acercamiento a Siria?
Al Manar, Líbano
BEIRUT. - Según diversas fuentes, Egipto, donde existe una gran preocupación por el avance del grupo terrorista Estado Islámico, estaría buscando un acercamiento a las autoridades sirias y por una cooperación con Damasco en el terreno de la seguridad y está intentando convencer a EEUU y otros países árabes y occidentales de que hagan lo mismo.
La postura del líderazgo egipcio está basada en el hecho de que el gobierno sirio es el que posee información más precisa sobre los extremistas y sus vínculos internacionales. Egipto cree que Siria está dispuesta a proporcionar esta información a los estados árabes y occidentales y a colaborar con estos últimos en el campo de la lucha antiterrorista aunque exige al mismo tiempo una normalización de las relaciones.
El Cairo cree también que su lucha contra el terrorismo en el Sinaí y otras partes de Egipto y la que libra Siria contra este fenómeno es una sola. Ambos países combaten también una insurgencia promovida por los Hermanos Musulmanes y otros grupos extremistas. Es por ello que Egipto y sus fuerzas armadas y servicios de inteligencia dan una gran importancia a la cooperación con Damasco.
Esta opinión ha sido también defendida por varios diarios en los Emiratos Árabes Unidos, que han atacado a Turquía acusando a este país de prolongar la crisis en Siria y no estar dispuesto a luchar contra el EI así como de buscar extender su influencia a Siria, Iraq y otros países árabes, incluidos los del Golfo.
Egipto cree también que el hecho de que los norteamericanos hayan afirmado que confían la lucha contra el EI a unos pocos miles de rebeldes sirios que han sido incapaces de derrotar al Ejército sirio y que no poseen ni la voluntad ni la capacidad de combatir eficazmente contra el EI es un disparate y rehúsan entrar en este juego a todas luces fracasado.
Los egipcios creen que el escenario de pesadilla para El Cairo es una Libia dominada por grupos extremistas en el oeste y una Siria controlada por tales fuerzas en el este y no están dispuestos a sumarse a las maniobras políticas estadounidenses ni las de sus aliados saudíes, que están más preocupados por la influencia de Irán que por el EI.
Egipto, que ha estrechado también sus vínculos militares y políticos con Rusia, no desea tampoco entrar en el conflicto entre rusos y norteamericanos y considera que Turquía es la gran beneficiaria de la desintegración de los elementos de poder de la región y la expansión de los movimientos extremistas. Esta disputa entre Turquía y Egipto podría empeorar en los próximos meses debido a la recolocación del liderazgo de los Hermanos Musulmanes egipcios en Estambul tras su expulsión de Qatar.
El Cairo cree también que su lucha contra el terrorismo en el Sinaí y otras partes de Egipto y la que libra Siria contra este fenómeno es una sola. Ambos países combaten también una insurgencia promovida por los Hermanos Musulmanes y otros grupos extremistas. Es por ello que Egipto y sus fuerzas armadas y servicios de inteligencia dan una gran importancia a la cooperación con Damasco.
Esta opinión ha sido también defendida por varios diarios en los Emiratos Árabes Unidos, que han atacado a Turquía acusando a este país de prolongar la crisis en Siria y no estar dispuesto a luchar contra el EI así como de buscar extender su influencia a Siria, Iraq y otros países árabes, incluidos los del Golfo.
Egipto cree también que el hecho de que los norteamericanos hayan afirmado que confían la lucha contra el EI a unos pocos miles de rebeldes sirios que han sido incapaces de derrotar al Ejército sirio y que no poseen ni la voluntad ni la capacidad de combatir eficazmente contra el EI es un disparate y rehúsan entrar en este juego a todas luces fracasado.
Los egipcios creen que el escenario de pesadilla para El Cairo es una Libia dominada por grupos extremistas en el oeste y una Siria controlada por tales fuerzas en el este y no están dispuestos a sumarse a las maniobras políticas estadounidenses ni las de sus aliados saudíes, que están más preocupados por la influencia de Irán que por el EI.
Egipto, que ha estrechado también sus vínculos militares y políticos con Rusia, no desea tampoco entrar en el conflicto entre rusos y norteamericanos y considera que Turquía es la gran beneficiaria de la desintegración de los elementos de poder de la región y la expansión de los movimientos extremistas. Esta disputa entre Turquía y Egipto podría empeorar en los próximos meses debido a la recolocación del liderazgo de los Hermanos Musulmanes egipcios en Estambul tras su expulsión de Qatar.