RIA Novosti, Rusia
La posible reapertura de la frontera armenio-turca no tendrá consecuencias "catastróficas" para la economía del país caucásico, tal y como lo auguran algunos expertos, manifestó hoy el primer ministro de Armenia, Tigrán Sarkisián.
 
			 "La reapertura de las fronteras no supondrá ninguna  catástrofe y tampoco nos veremos en una situación impredecible.  Poseemos suficientes mecanismos y herramientas que permiten gestionar  los posibles riesgos", aseguró el jefe del Gobierno armenio en una  rueda de prensa.   
    
   
  
Sarkisián, citado por la agencia "Noticias-Armenia",  hizo estas declaraciones para contrarrestar los pronósticos de algunos  expertos sobre un posible deterioro de la situación económica en  Armenia, cuyas empresas pueden resultar incapaces de hacer competencia  al vecino otomano.   
    
   
  
El primer ministro armenio concluyó que el Gobierno  ha calculado los posibles riesgos de la mencionada medida y tiene los  antídotos correspondientes, por lo que la legislación del país, de  momento, no necesita ningunos cambios.   
    
   
  
La frontera entre los dos países permanece cerrada desde 1993 a iniciativa de Ankara a raíz del conflicto en Alto Karabaj.   
    
   
  
Bajo la mediación de Suiza, los representantes de  Armenia y Turquía comenzaron en 2007 las negociaciones para normalizar  sus relaciones pero Ankara impuso condiciones que fueron rechazadas por  Ereván.   
    
   
  
Por su parte, Armenia expuso su disposición de  normalizar las relaciones con su vecino turco sin ningún tipo de  condiciones previas.   
    
   
  
Finalmente, y tras unas largas negociaciones, el  pasado octubre, en Suiza, ambas partes firmaron protocolos sobre el  restablecimiento de las relaciones diplomáticas.