Ben Ali, en un discurso televisado, calificó la violencia callejera de "actos terroristas imperdonables cometidos por bandas" tras varias semanas de protestas contra el desempleo y la carestía de la vida.
"A quienes quieren perjudicar los intereses del país, o manipular nuestra juventud, les decimos que la ley será aplicada", añadió, y lanzó un llamado a los tunecinos "a proteger a sus hijos contra los malhechores".
Durante el fin de semana se produjo una escalada en la violencia cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes matando por lo menos a 14 personas.
"Bandidos encapuchados perpetraron actos terroristas durante la noche", dijo el presidente tunecino. Nuevos enfrentamientos fueron reportados este lunes en tres ciudades tunecinas.
La policía usó gases lacrimógenos y balas de caucho para dispersar a los manifestantes en Kaserín, Thala y Regueb, mientras que las fuerzas de seguridad estaban en alerta en la capital después de las violencias del fin de semana, las más mortíferas desde que estallaron las protestas a mediados de diciembre.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, instó el lunes a la liberación inmediata de los manifestantes detenidos en Túnez y llamó a la "moderación en el uso de la fuerza" durante las marchas sociales en el país.
"Instamos a la liberación inmediata de blogueros, periodistas, abogados y otras personas detenidas, que se manifestaban pacíficamente en Túnez", declaró una portavoz de Ashton.
La oposición tunecina dijo de su lado que al menos 20 personas murieron durante el fin de semana, y los partidos políticos pidieron al gobierno que impida que la policía utilice balas reales.
Un sindicalista murió el lunes en un hospital de Kaserín, 290 km al sur de Túnez, a causa de las heridas que sufrió el domingo, dijo Sadok Mahmudi, dirigente de la Unión General de Trabajadores de Túnez.
Un "gran número" de personas heridas en los enfrentamientos son atendidas en el hospital, puesto bajo el control del ejército, dijo, añadiendo que la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar nuevas protestas en la ciudad.
En Regueb (centro) la policía también dispersó a manifestantes que participaban en el entierro de las cinco personas muertas durante el fin de semana, según un reportero de la AFP.
La policía utilizó balas de caucho contra los manifestantes en la ciudad de Thala (oeste), dijeron fuentes sindicales.
En su discurso televisado el presidente Ben Alí anunció también la creación de 300.000 empleos. "Hemos decidido multiplicar las capacidades de empleo y la creación de fuentes de ingresos (...) en todos los sectores durante los años 2011 y 2012", dijo.
La tasa de desempleo en Túnez es del 14%, pero el porcentaje de egresados de las universidades que no consiguen trabajo es el doble, lo que ha suscitado una advertencia por parte del Fondo Monetario Internacional.
Francia, ex potencia colonial, lanzó este lunes un llamamiento a la calma en Túnez.
"Deploramos la violencia, que dejó víctimas, y llamamos al apaciguamiento", declaró a la prensa el portavoz de la cancillería francesa, Bernard Valero.
"Túnez enfrenta problemas económicos y sociales. Sólo el diálogo permitirá a los tunecinos superarlos", añadió.