"El buscar estos orígenes comunes que puede tener el flamenco con las músicas del Rajastán es lo que nos ha movido", explica a la AFP Francisco Bernabé, alcalde de La Unión, pequeña localidad de la región de Murcia, en el sureste de España.
Fue allí donde se instalaron, a partir del siglo XIX, los obreros procedentes de la vecina Andalucía para trabajar en las minas activas en las montañas de esta región hasta 1991.
"Los cantes de las minas son unos palos del flamenco propios de esta zona y que nacieron de la evolución de los cantes andaluces", explica el alcalde, que dirige la organización del Cante de las Minas, el festival de flamenco más antiguo de España con 52 ediciones.
"Son unos de los cantes más duros, más serios, más recios, más difíciles porque eran fruto de la expresión de esa realidad social, de tanto dolor, de tanto sufrimiento, de tanta vida dura que traía el cante en la mina", agrega.
Considerado por los puristas como uno de los encuentros que priman el flamenco más auténtico en todas sus variantes, cante, baile y música, este certamen ha acogido a los más grandes nombres del género.
Estos artistas despiertan, según Bernabé, "una pasión tremenda" en India, donde se organizará en marzo de 2014 su primera edición internacional en la ciudad de Jodhpur, en el Rajastán.
El acuerdo firmado con el Maharajá de la ciudad, Gaj Singh II, prevé también la creación de un centro de investigaciones sobre "los orígenes comunes" de ambas músicas, explica Bernabé.
Según investigadores indios, "los gitanos del Rajastán que emigraron a Europa hace ya cientos de años trajeron con ellos sus tradiciones, su cultura y entre ellos su música y esta música fue evolucionando en el caso de España hasta el actual flamenco".
Tras India, el festival viajará a Japón y después a Estados Unidos.
"El duende del flamenco traspasa todas las fronteras, traspasa todos los idiomas", afirma, porque "transmite pasión, transmite sentimiento, transmite fuerza, transmite garra, es indiferente que se conozca o no se conozca la letra".